Comer pescados como la merluza o el salmón puede causar anisakiasis. Se trata de una afección parasitaria que es causada por la ingesta de pescado crudo o poco cocinado infectado por un tipo de parásito llamado anisakis simplex.
En este artículo vamos a explicar qué es el anisakis, cuáles son sus síntomas y causas, qué tipo de tratamiento se puede aplicar para paliarlos y qué medidas podemos tomar para evitar infectarnos de estos parásitos.
El anisakis es un parásito de unos 20-30 mm. Sus larvas se alojan en múltiples especies marinas, normalmente pescados; el ser humano es, por definición, un huésped accidental. Esto es así porque, al ingerir las especies habitualmente infectadas por el anisakis, los humanos interrumpimos el ciclo vital del parásito.
Por otro lado, la anisakiosis o anisakiasis es una patología parasitaria que se produce ante la ingestión de pescado crudo o poco cocinado cuando éste ha sido parasitado por una larva de la familia anisakiadae -en concreto en el tercer estadio de desarrollo del parásito, la anisakis simplex.
El anisakis puede parasitar tanto mamíferos marinos (ballenas, delfines…) como cualquier especie de pez marino de consumo habitual (salmón, merluza, bacalao…). Asimismo aparece también en el pescado de piscifactoría que ha podido ser alimentado con comida infectada.
Los pescados que suelen ser parasitados con mayor frecuencia son la merluza y el bonito. Aun así, el boquerón, la anchoa y la sardina son los pescados que más episodios de anisakiasis producen ya que se consumen con menor preparación culinaria (sin congelar, crudos, marinados…). Entre los cefalópodos más parasitados cabe destacar el calamar.
Los mejillones, los berberechos, las ostras y otros bivalvos no comportan riesgo de anisakiosis porque su modo de alimentación (por filtración) impide que la larva anide en ellos.
Pescado ahumado en frío
Pescado cocinado insuficientemente
Ceviche (América Latina)
Boquerones en vinagre (España)
Sashimi y sushi (Japón)
Huevos de salmón
Lomi Lomi (Hawai)
Gravlax (Noruega, Finlandia o Suecia)
Arenques salados o en escabeche (Holanda)
El anisakis puede provocar cuadros digestivos o alérgicos. Los síntomas se desarrollan como resultado de un proceso inflamatorio que se produce en la mucosa de la pared gástrica cuando la larva de anisakis penetra en ella.
De entre los síntomas que podemos encontrar en las alteraciones digestivas destacan las náuseas, los vómitos y el dolor abdominal. Lo más frecuente es un dolor intenso en la boca del estómago unas horas tras la ingestión.
Aun así también pueden aparecer otros cuadros más graves; en algunos casos puede llegar a ser necesario llevar a cabo una cirugía abdominal.
Las reacciones alérgicas que ocasiona este parásito pueden ir desde urticarias leves hasta la llamada anafilaxis, que puede causar shock y poner en riesgo la vida.
Asimismo hay casos excepcionales de alergia por anisakis en los que ésta no es causada por la ingestión del parásito sino por asma, rinoconjuntivitis o dermatitis de contacto en pescaderos o pescadores.
El tratamiento para la patología producida por anisakis es sintomático, es decir, va encaminado a paliar la clínica que éste produce en la persona. Si el diagnóstico se realiza poco después de la presentación de los síntomas, las larvas se pueden extraer enteras sin problemas.
En los cuadros digestivos se utilizan fármacos protectores gástricos que pueden eliminar los síntomas en el caso en el que se detecte y extraiga el parásito. Si no se consigue la extracción de éste puede hacerse necesaria la cirugía en los casos en que se den perforación y peritonitis.
En el caso de los cuadros alérgicos no existe ningún tratamiento capaz de curar la alergia al anisakis. Se suelen utilizar corticoides y antihistamínicos para reducir la sintomatología. En los casos de reacciones anafilácticas graves puede ser necesaria la utilización de adrenalina.
Sin embargo, la base del tratamiento de esta parasitación es incidir en las medidas preventivas en la población para evitar la ingesta del anisakis vivo.
Hay decretos y leyes que obligan al examen visual por parte de los proveedores el pescado que va destinado a ser consumido fresco. Asimismo se obliga a los restaurantes a que congelen previamente el pescado que ofrecen.
A continuación revisaremos cuáles son las principales medidas que se pueden seguir en casa para prevenir la anisakiasis.
Es importante evitar la ingesta de pescado crudo o poco cocinado incluyendo salazones, ahumados, escabeche, carpaccio, ceviche o con otro tipo de preparación insuficiente (micro-ondas o plancha) si no se está seguro de que el producto ha sido congelado previamente.
Para prevenir la parasitación por anisakis conviene congelar el pescado a -20 grados durante al menos 72 horas antes de consumirlo.
Se recomienda el pescado congelado en alta mar o ultracongelado porque de este modo la probabilidad de parasitación se reduce aún más.
Otra medida relevante es cocinar el pescado (frito, asado, etc.) a temperaturas superiores a 60 grados durante 2 minutos o más, siendo recomendable alcanzar los 10 minutos.
Incidir en una adecuada legislación en relación a la producción y comercialización de los pescados es fundamental para prevenir la parasitación por anisakis.
Villafruela Cives, M., & Henríquez Santana, A. (2010). Anisakiasis. Revista Española de Enfermedades Digestivas, 102(3): 216.
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Centre de Recerca en Sanitat Animal (2008). CReSA /anisakiosis.