Quien más o quién menos ha consumido en más de una ocasión Ibuprofeno, ya sea para aliviar leves dolores de cabeza, para disminuir la inflamación de contracturas, para bajar la fiebre o para reducir las molestias causadas por la menstruación. Sea como sea, es muy probable que este consumo haya sido sin ningún tipo de control médico.
Debido a que la automedicación es un hecho muy extendido entre la población actual debido al fácil acceso a los fármacos, hemos decidido realizar este artículo con el fin de proporcionaros remedios naturales que sirven como alternativa al Ibuprofeno. En muchos casos pueden ser suficientes para aliviar los síntomas sin necesidad de medicarse.
Efectos del Ibuprofeno en el organismo
El tan popular y conocido fármaco llamado Ibuprofeno es uno de los medicamentos más consumidos en el mundo gracias a los efectos analgésicos y antiinflamatorios que posee. Se encuentra dentro del grupo de los antiinflamatorio no esteroideos (AINEs), al igual que el Enantyum o la Aspirina, entre otros.
Su principio activo tiene el mismo nombre que el fármaco y su mecanismo de acción consiste en la inhibición de la síntesis de prostaglandinas a nivel periférico. Esa inhibición de las prostaglandinas aporta al fármaco la capacidad de reducir la fiebre, de disminuir y hacer desaparecer el dolor leve y de aliviar la inflamación en enfermedades como la artritis, la artritis reumatoide o la artrosis.
Es por ello comúnmente utilizado para aliviar los dolores leves o moderados de cabeza, las migrañas, las fuertes molestias debidas a la menstruación o cualquier indicio con el que se intuya la aparición de fiebre o de leves catarros.
Reacciones adversas: el riesgo de la automedicación
Debido a esta pluralidad de efectos, el Ibuprofeno puede ser consumido en la mayoría de patologías leves que sufrimos las personas de manera habitual. Esto lo convierte en un fármaco sobreutilizado con el que muchos individuos se automedican sin temor, sin contemplar los efectos secundarios que tiene el Ibuprofeno, como el resto de fármacos.
Algunas de las reacciones adversas más comunes del Ibuprofeno son los trastornos gastrointestinales como las úlceras o las hemorragias digestivas, así como el dolor de vientre, las náuseas, los vómitos, los gases, la somnolencia, la fatiga o el dolor de cabeza. Además, el consumo continuado de Ibuprofeno aumenta el riesgo de padecer algún tipo de accidente cardíaco o cerebral.
Por todos estos efectos adversos negativos para la salud, en ocasiones tomar Ibuprofeno puede resultar más perjudicial que no hacerlo, como en el caso de dolores de cabeza leves o de pequeñas molestias corporales.
No obstante es cierto que, si no hacemos nada para eliminarlo, el dolor no cesa. Por este motivo vamos a mostraros 5 alternativas naturales al Ibuprofeno que harán que el dolor desaparezca o disminuya.
5 alternativas naturales al Ibuprofeno
“Es peor el remedio que la enfermedad” es una expresión muy típica entre todos nosotros que cuadra a la perfección con el tema que estamos abordando. El Ibuprofeno, debido a sus efectos y a la naturalidad con la que tantas personas se automedican, se ha convertido en algo parecido a un “caramelo antidolor” que todas procuramos tener a mano.
Pero, como ya hemos comentado, el Ibuprofeno es un fármaco que tiene efectos adversos y puede causar consecuencias muy negativas en el organismo debido a su consumo excesivo y no pautado. Por este motivo os explicamos cuáles son las alternativas naturales al Ibuprofeno y los beneficios de cada una de ellas.
1. Hazte automasajes
Una de las causas principales por las que las personas deciden tomarse un Ibuprofeno es por leves dolores de cabeza que probablemente desaparecerán solos cuando te relajes o baje el nivel de tensión. Si queremos reducir este tipo de dolor sin necesidad de medicarnos, existen métodos muy efectivos como los automasajes.
Consisten en realizar pequeños movimientos circulares y presionar levemente en la zona de las sienes, debajo de las cejas y en el área de la nariz que se encuentra a la altura de los ojos. Haz estos pequeños masajes sentada y relajada y notarás los efectos de manera inmediata.
2. Usa esterillas eléctricas
El uso de esterillas eléctricas en muy común para aliviar dolores musculares o contracturas que en la espalda y en zonas en las que las articulaciones ejercen resistencia. Se trata de una especie de manta con unos filamentos que se calientan en su interior, por lo que emite un calor ideal para el dolor muscular.
El beneficio del calor en este tipo de patologías inflamatorias es debido a que las altas temperaturas tienen un efecto vasodilatador gracias al cual la circulación es más fluida y por lo tanto se consigue que la sangre llegue a esas zonas en las que las sustancias algogénicas (las que causan dolor) se han acumulado, disipando sus efectos.
3. Toma una taza de café
Este remedio está especialmente recomendado para quienes no son asiduos consumidores de cafeína, ya que si fuera así el remedio podría no tener efectos. No obstante, aquellos que no suelen tomar café también pueden beneficiarse de las funciones antiinflamatorias y vasodilatadoras de la cafeína.
Por este motivo, si te duele la cabeza y no quieres automedicarte con Ibuprofeno prueba a tomar una taza de café solo (u otra bebida con cafeína). Si notas que estás muy tensa y estresada, intenta enfriar el café con unos cubitos de hielo; el resultado será exitoso.
4. Aplica frío con bolsas de hielo
Cuando nos damos un golpe o hacemos un mal gesto que nos produce inflamación y dolor, la reacción habitual de la gran mayoría de personas es tomarse un Ibuprofeno, pero para este tipo de dolores causados por un impacto (el típico “dolor del golpe”) lo ideal es aplicar frío sobre la zona afectada.
Para evitar que el frío queme la piel, no poses la bolsa de hielo de manera directa sobre el organismo, sino que es mejor envolverlo en un trapo o en una fina toalla y acercarlo presionando en la zona que genera molestias. Mantén el frío de manera intermitente durante una media hora y notarás cómo el dolor desaparece.
5. Plantas medicinales analgésicas y antipiréticas
Además de los remedios comentados anteriormente, existe una amplia gama de plantas medicinales con propiedades antiinflamatorias, analgésicas y antipiréticas. Todas ellas llevan siendo utilizadas desde tiempos ancestrales de modo alternativo a los fármacos, incluso antes de que estos existieran.
Las más conocidas son la cúrcuma, capaz de reducir la inflamación; el sauce blanco, que disminuye la fiebre y los dolores leves; el jengibre, raíz beneficiosa tanto para los catarros como para la migraña; y el regaliz, ideal para las molestias de garganta, los problemas digestivos y la congestión.