¿Quién podría vivir sin papel higiénico? Desde su invención, ha pasado a convertirse en un elemento insustituible en nuestro día a día. Sin embargo, ¿sabías que existen alternativas menos contaminantes y aún más higiénicas?
Fue en la década de 1850 cuando Joseph C. Gayetti, un hombre que sufría problemas de almorranas, diseñó un elemento útil para reducir los dolores, las molestias y la inflamación asociada.
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Lo cierto es que el público generalmente se mostró con mucha desconfianza. Y aunque costó algunos años que la población finalmente lo usara día a día, poco a poco llegó a convertirse en un elemento básico en el día a día.
Sin embargo, hay varios problemas asociados al papel higiénico que está llevando a que cada vez más personas opten por alternativas diferentes. Y hoy queremos hablarte de una propuesta simple que todos tenemos en casa. ¿Quieres descubrir cuál es?
¿Cuál es la alternativa segura y efectiva al papel higiénico que todos tenemos en casa?
El bidé consiste en una pequeña pila con un grifo y un chorro de agua que se utiliza para la higiene íntima. Aunque su uso no está muy extendido en algunos países, lo cierto es que ofrece una serie de ventajas frente al papel higiénico. Se convierte básicamente en la alternativa más segura y efectiva.
Por ejemplo, ofrece una limpieza más profunda y completa de la zona anal y genital. Esto se debe a que ayuda a eliminar los restos de heces y orina que pueden quedar adheridos a la piel y causar irritaciones, infecciones o malos olores.
Sin embargo, esto no ocurre con el papel higiénico. De hecho, poca gente sabe que solo es capaz de arrastrar de manera superficial la suciedad y puede dejar residuos que se acumulan en los pliegues cutáneos. Todo ello incrementa el riesgo de infecciones.
Por otro lado, el bidé se caracteriza por ser bastante más ecológico y sostenible que el papel higiénico. Y es que, aunque se consume agua, disminuye de manera notable el consumo de papel y el impacto ambiental que supone su fabricación, transporte y desecho.
El papel higiénico requiere de grandes cantidades de agua, energía y árboles para su producción, además de generar residuos sólidos y contaminar las aguas residuales con sustancias químicas. Sin embargo, el bidé únicamente consume una pequeña cantidad de agua por uso y no genera ningún tipo de desperdicio.
También se caracteriza por ser mucho más económico y práctico que el papel higiénico, ya que evita tener que comprar constantemente rollos de papel y almacenarlos en el baño. Mientras que el papel higiénico supone un gasto recurrente que puede variar según la calidad, la cantidad y la marca del producto. Por su parte, el bidé solo requiere de una instalación inicial y un mantenimiento mínimo.
¿Cuáles son los problemas asociados al papel higiénico?
Como vemos, el uso del papel higiénico está bastante más que extendido desde su introducción hace más de un siglo. Pero, aunque lo usamos a diario pensando que es una opción de higiene adecuada, en realidad podría estar causándonos más problemas que beneficios.
Y es que no se convierte en la forma más adecuada ni higiénica de limpiar nuestra zona íntima. De hecho, podría acabar causándonos serios problemas de salud, ya que no elimina por completo los restos de heces y orina que quedan en la piel. Esto puede favorecer el crecimiento de bacterias y la aparición de infecciones como la cistitis, la vaginosis o la candidiasis.
Además, el roce del papel puede irritar y dañar la delicada mucosa anal y genital, causando dolor, sangrado o hemorroides. También contribuye a la deforestación y al cambio climático, ya que se necesita talar millones de árboles al año para producirlo.
Por otro lado, la producción del papel higiénico también consume grandes cantidades de agua y energía, necesarias en su fabricación y transporte. Y genera residuos sólidos y líquidos que contaminan el medio ambiente.
Por tanto, no hay duda que lo más aconsejable sería optar directamente por ir sustituyendo el papel higiénico por otras opciones mucho más adecuadas y ecológicas. Y el bidé se convierte en una de ellas.