La enfermedad de Alzheimer es un trastorno progresivo de la memoria que degenera el cerebro. Su prevalencia aumenta fuertemente con la edad. En personas menores de 65 años, la enfermedad es rara, pero en personas mayores de 85 años, ya ocurre en 15 a 20 por ciento.
La enfermedad de Alzheimer es la enfermedad más común que causa demencia (deterioro extenso de las capacidades mentales). Alrededor del 70-80 por ciento de todas las personas con demencia tienen la enfermedad de Alzheimer, algunas junto con otras enfermedades cerebrales (por ejemplo, trastornos cerebrovasculares).
¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Alzheimer?
Se desconoce la causa raíz de la enfermedad de Alzheimer. Ciertos cambios microscópicos ocurren en el cerebro (por ejemplo, se acumulan amiloide y proteína tau aberrante). Y dañan las vías nerviosas y las células cerebrales, debilitando la memoria y el procesamiento de la información.
El daño generalmente comienza en las partes internas de los lóbulos temporales del cerebro y se extiende más ampliamente a la corteza cerebral a lo largo de los años. En la mayoría de los casos, la enfermedad de Alzheimer no es hereditaria.
Aunque se desconoce la causa real de la enfermedad de Alzheimer, se conocen varios factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar la enfermedad. La enfermedad parece ser algo más frecuente en mujeres que en hombres, así como en aquellos cuyos familiares tienen otros enfermos de esta enfermedad.
Muchos factores del estilo de vida aumentan el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Y se sabe que la alimentación puede influir. Pero vayamos por partes.
¿Qué síntomas puede producir?
El primer y más significativo síntoma de la enfermedad de Alzheimer es la pérdida de memoria. En particular, la memoria a corto plazo y el aprendizaje de cosas nuevas se vuelven difíciles. Es difícil para el paciente recordar cosas que sucedieron y se dijeron recientemente o aprender, por ejemplo, cómo usar un electrodoméstico nuevo.
Las viejas habilidades se conservan claramente por más tiempo. A medida que avanza la enfermedad, también se debilitan las funciones del lenguaje (búsqueda de palabras y dificultad para comprender el habla). Y la percepción visual (se dificulta el reconocimiento de personas u objetos o el movimiento en el entorno).
El cuadro sintomático también incluye un debilitamiento del control operativo, que se manifiesta como un debilitamiento de la capacidad de organización y dificultad para planificar, iniciar y ejecutar las operaciones. Hay que tener en cuenta que los primeros síntomas son leves y se asemejan a una distracción normal.
A medida que avanza la enfermedad, habrá dificultades en actividades complejas, como viajar a un lugar extranjero u organizar asuntos financieros complejos. Más tarde, muchas actividades prácticas, como ir de compras, cocinar y administrar los asuntos financieros diarios, se ven afectadas.
¿Qué alimentos podrían influir en el desarrollo de la enfermedad?
Distintos estudios observacionales han mostrado que el consumo de alimentos ricos en azúcares, grasas saturadas y grasas trans pueden influir de forma muy negativa. No en vano, según los resultados de estos estudios, este tipo de dieta se ha asociado con la probabilidad de desarrollar Alzheimer.
Ahora bien, a pesar de que la alimentación puede influir negativamente, ¿sabías que también puede ejercer un interesante efecto protector?
Lo mejor de todo es seguir un menú rico en alimentos antioxidantes, con beneficios antiinflamatorios. Esto significa, por ejemplo, optar porfrutas y verduras frescas. Además de frutos secos (ricos en grasas saludables) y el pescado.
Nen vano, se sabe que las vitaminas C y E, así como los antioxidantes (como los polifenoles), pueden ser muy útiles. Y los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 también. Como ocurre, por ejemplo, con el aceite de oliva virgen extra.
Por tanto, si deseas prevenir o protegerte de esta enfermedad, no hay nada mejor como empezar desde ya. Y comenzar, por ejemplo, a través de la comida. Los alimentos que comemos en España y vinculan directamente con el Alzheimer: evítalos