Muchas veces los malos hábitos alimenticios se deben más a la falta de información, causada en buena parte por las contradicciones entre los datos que ofrecen distintos medios, que al hecho de no tener la voluntad de llevar una dieta saludable.
En este artículo nos centramos en analizar los principales alimentos que hay que evitar comer en el desayuno y en explicar los factores que los convierten en malas elecciones para esta ingesta.
Los 5 alimentos que nunca deberías desayunar
Hay varios alimentos que son consumidos por un gran número de personas como parte del desayuno, pero que, en realidad, resultan perjudiciales para el organismo en este momento del día (o, en algunos casos, en cualquier otro). Es probable que conozcas los problemas de algunos de ellos, pero otros te resultarán más llamativos.
Además hay otros que, sin ser típicamente utilizados para los desayunos, pueden afectar negativamente a personas con ciertos problemas físicos; en este listado hemos incluido el caso del tomate como ejemplo.
1. Cereales azucarados
Los cereales integrales como la avena, el trigo o el centeno son desayunos ideales porque proporcionan mucha fibra dietética, que favorece la digestión y aumenta la sensación de saciedad.
Sin embargo, estos beneficios se convierten en perjuicios cuando hablamos de los cereales azucarados -un componente central del desayuno de un gran número de personas, especialmente niños. Los cereales de este tipo contienen muchos azúcares añadidos que no resultan en absoluto saludables, mientras que su contenido en fibra es bastante escaso.
2. Pastas y bollería industrial
Las galletas, las magdalenas, los cruasanes, los bizcochos o los muffins que compramos suelen aumentar en gran medida nuestros niveles de azúcar en sangre; estos efectos son más marcados cuanto más procesado sea el producto.
Además, el alto contenido en hidratos de carbono de mala calidad de estos alimentos aumenta la probabilidad de que engordemos si los consumimos de forma habitual, por lo que deberías evitarlos tanto si intentamos perder peso como si no, ya que son productos ultraprocesados, con ingredientes poco saludables y con un alto contenido en azúcar.
3. Embutidos y otras carnes procesadas
En muchos países, incluida España, desayunar embutidos es bastante habitual por lo fácil que resulta comerlos tanto solos como en bocadillo. No obstante, la Organización Mundial de la Salud ha categorizado recientemente este tipo de alimentos entre los que aumentan el riesgo de sufrir distintos tipos de cáncer, además de otras enfermedades como la diabetes o la colesterolemia.
Lo mismo se puede decir de otras carnes procesadas como el fiambre, el paté y las salchichas, así como de alimentos con concentraciones elevadas de grasas saturadas -por ejemplo la mantequilla, una grasa de origen animal.
4. Zumos de tetra brik
Como sucede con los cereales azucarados, el procesamiento al que es sometida la fruta para la fabricación de zumos y néctares de tetra brik hace que pierda la mayor parte de su valor nutricional. Esto se debe fundamentalmente a que exprimir la pulpa hace que se pierda la fibra que contienen y a que el agua que se les añade elimina muchas de sus vitaminas.
Por tanto, lo más recomendable es preparar zumos naturales caseros usando frutas frescas y con ayuda de un exprimidor (u otro aparato adecuado al vegetal que pretendamos usar) o, mejor aún, comerse la fruta en su estado normal.
5. Tomates
En comparación con el resto de alimentos que hemos mencionado, el caso de los tomates es especial porque los potenciales perjuicios de comer esta fruta en el desayuno se aplican únicamente a las personas que tienen problemas de acidez estomacal como úlceras o la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
Ingerir tomates puede empeorar los síntomas de las personas que sufren trastornos de esta clase porque aumentan la acidez estomacal, sobre todo con el estómago vacío. Estos efectos negativos se vuelven menos intensos cuanto más madura está la fruta.