Las verduras son un alimento esencial si queremos mantener una dietasaludable, pero no todas cuentan con el apoyo de los consumidores. Algunas despiertan opiniones viscerales entre aquellos que han tenido el placer de probarlas. Como todo en la vida, hay consumidores que las aman, mientras que otros prefieren ni verlas.
Eso sí, los nutricionistas advierten de que excluir de nuestra dieta a algunas de ellas implica renunciar a múltiples beneficios. Las verduras cuentan con un aporte nutricional único y muy necesario, y deberían ocupar un lugar especial en nuestros platos. Incluso cuando nos atrevemos a probar ciertas verduras, cometemos errores imperdonables, que implican la pérdida de una buena parte de sus beneficios, como veremos a continuación.
El alimento lleno de vitaminas que llevas tirando a la basura toda la vida
Si hay una verdura que provoca una auténtica división en la sociedad, esta es sin lugar a dudas el brócoli. Este alimento pertenece a la familia de las brasicáceas y lo cierto es que combina muy bien con una gran variedad de alimentos. Destaca por su característico color verde, que nos da una idea sobre la intensidad de su sabor, y lleva muchos años asociado a una dieta equilibrada.
Generalmente, son sus flores las que se consumen, ya sean crudas o cocidas. Ahora bien, según los expertos, sus beneficios no se limitan a esa única parte. La gran cantidad de vitaminas y minerales que contiene el brócoli están repartidas por todas y cada una de las partes que conforman este alimento.
En este sentido, una parte del alimento que concentra todo tipo de vitaminas, pero que casi siempre acaba a la basura, es el tronco. Los consumidores suelen aprovechar las flores que conforman la parte superior del brócoli, ignorando el resto. Un gran error, advierten los nutricionistas, ya que consumir el tronco también beneficia a nuestro paladar y a nuestra salud.
¿Cuáles son las propiedades del brócoli?
El consumo del tronco del brócoli nos aportará proteínas y carbohidratos, además de fibra, calcio, hierro y vitaminas B1, B2, B6, C, K, A y pocas grasas. El tallo ofrece los mismos beneficios que la flor y tiene un sabor muy similar, por lo que no hay motivo para no comerlo.
Todas estas vitaminas nos ayudarán a mejorar nuestro sistema inmunológico, nuestra salud cardiovascular o la vista, por poner algunos ejemplos. Es decir, actúa en el interés de casi todo nuestro cuerpo y, además, cuenta con una cantidad mínima de calorías.
Para que entiendas la magnitud de sus propiedades: 200 gramos de brócoli, tanto del tronco como de la flor, incluyen casi el doble de la vitamina C diaria recomendada. Si quieres depurar el organismo, el brócoli será tu aliado: estimula la producción del sulforafano, elemento que interviene en la detoxificación del hígado.
Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), el brócoli y su tronco contienen hasta 2,6 gramos de fibra por cada 100 gramos consumidos, una porción a tener en cuenta si te interesa regular tu tránsito digestivo. Según estudios publicados por la Universidad de Harvard, comer fibra rebaja entre un "16% y un 24%" el riesgo de padecer enfermedades.
Si sufres de diabetes, también podría beneficiarte porque el sulforafano que encontramos en su tronco tiene propiedades inflamatorias ideales para nuestros vasos sanguíneos.
¿Cómo podemos conservar el brócoli?
El primer paso esencial para conservar el brócoli es no se debe lavar ninguna parte del alimento antes de su consumo. Aunque lo común sea pensar que es la mejor forma de eliminar impurezas y microorganismos, lo cierto es que esto perjudica gravemente a la verdura. Tanto el tronco como las flores ya contienen agua, y añadir más podría acelerar su deterioro y hacer aparecer el molesto moho.
En el caso de que lo quieras consumirlo, debes lavarlo en agua fría bajo un potente chorro del agua. Otra opción es sumergirlo entero en un bol con agua, la suficiente para que lo cubra.
Una vez lavado, tanto los tallos como la flor pueden ser introducidos en bolsas de plástico grandes o en papel film. Si queremos preservar su frescura, la mejor opción es tenerlo en el frigorífico. Lo ideal sería consumirlo no más tarde de los 5 días después de su compra, pero siempre podemos congelarlo y así contaremos con más tiempo.
¿Con qué puedo combinar el tronco del brócoli?
Lo normal es consumir la flor del brócoli, así que ahora mismo te estarás preguntando cómo ir introduciendo el tronco a tu dieta. No tienes que machacarte demasiado la cabeza, porque el tronco se puede aprovechar de mil maneras diferentes. Si quieres mantenerlo casi intacto, puedes hacerlo al vapor o a la plancha, y la única diferencia que notarás es que tardará un poco más en cocerse.
Si esto no te convence, puedes cortarlo en trozos más pequeños, como si se tratara de un calabacín, y preparar unos deliciosos noodles. Finalmente, si optas por triturarlo, podrás conseguir un delicioso hummus de brócoli, un guacamole, una crema e incluso un mousse de brócoli.