Las alfombras pueden ser uno de los mejores objetos para decorar nuestra casa. Habitaciones, salones, comedores, y en definitiva, cualquier rincón puede lucir muy bien con ellas. Ahora bien, lo que también debemos tener en cuenta es que, lo que tienen de bonitas, lo tienen de sucias.
Y es que no es ningún misterio decir que las alfombras son, sin lugar a dudas, uno de los elementos que más polvo y suciedad puede acumular. Por esta razón, si quieres llevar a cabo su mantenimiento y no renunciar a ellas, lo que vamos a mostrar a continuación te puede servir. ¡Toma nota!
La mejor forma de mantener tus alfombras impolutas
Da igual si es grande, si la colocas en el centro del salón o a ambos lados de la cama. Desde las alfombras de pelo hasta la alfombrilla que utilizas en el baño requieren el mismo cuidado. Y es que, muy a nuestro pesar, mientras nos ofrecen decoración también nos dan quebraderos de cabeza.
Seamos sinceros, a nadie le gusta pasarse el día limpiando, y mucho menos zonas donde hay una acumulación de polvo y nidos de ácaros. No obstante, a pesar de esto, tampoco queremos renunciar a mantener nuestro hogar bonito y con estilo.
Entonces, ¿qué se supone que debemos hacer? Pues bien, la respuesta es tan sencilla como no renunciar a las alfombras. Para tu suerte, existe la compatibilidad perfecta entre lucir una excelente decoración y no malgastar horas de tu día limpiando.
Así pues, si quieres mantener este objeto de tu casa de forma impoluta, te aconsejamos que tengas en cuenta una serie de pasos. Si los llevas a cabo tal y como te vamos a explicar, lograrás mantener tu hogar con un ambiente limpio y saludable.
1. Aspirar la alfombra
El primer paso para conseguir este propósito es aspirar regularmente. Puede parecer obvio, pero llevar a cabo esta tarea requiere de constancia, y más especialmente si tenemos alfombras en casa. En este caso, lo que debes hacer es pasar la aspiradora por toda la alfombra, asegurándote de que se elimina la suciedad y el polvo.
2. Limpiar las manchas
Una vez hayas hecho esto, es momento de centrarse en las manchas. Si observas manchas visibles en la alfombra, lo mejor es tratarlas de forma inmediata. Para ello, utiliza un limpiador de manchas específico, y procura no frotar con mucha fuerza o dañarás las fibras de la alfombra.
3. Limpiar en profundidad
Acto seguido, realizaremos una limpieza un poco más profunda. Cuando ya hayamos llevado a cabo los pasos anteriores, cogeremos una máquina limpiadora de alfombras. Si no disponemos de esta, también podemos optar por contratar un servicio profesional de limpieza de alfombras.
4. Dejar secar
Una vez tengamos limpia la alfombra, tocará la parte del secado. Aquí es importante hacerlo de forma adecuada, sobre todo para evitar el moho o los malos olores. La mejor manera de secar las alfombras es abrir las ventanas, o en su defecto, utilizar ventiladores.
Por último, pero no menos importante, sería adecuado no olvidarte de seguir con regularidad estos pasos. Para que esto no ocurra, lo que te aconsejamos es que lleves a cabo un mantenimiento regular de limpieza, y si es posible, limpiarlas con mayor frecuencia.
Otros aspectos a tener en cuenta
Muchas personas pasan por alto los consejos que acabamos de mencionar, y en su lugar, optan por recurrir a la lavadora. En este sentido, debemos tener presente que un mal uso de ella podría dañar nuestras alfombras.
Y es que meterlas en este electrodoméstico no es, precisamente, la opción más adecuada. Recordemos que las lavadoras están diseñadas para prendas de menor tamaño, y las alfombras son textiles grandes y poco flexibles. Ante la duda, lo mejor es llevarla a una tintorería.