¿Has pagado lo que realmente cuesta? Si al contratar un servicio de reparación de urgencia te has hecho esta pregunta, alármate: podrían haberte timado. En ocasiones, las reparaciones en casa pueden salir muy caras. Sin embargo, ya sea por desconocimiento o por respeto, solemos pasar por alto el precio a pagar.
Un descuido bastante común que algunos de los técnicos aprovechan hinchando los precios. Para acabar con estos abusos y falta de información, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha publicado una serie de recomendaciones a tener en cuenta al contratar un servicio en casa.
Los engaños en las reparaciones en casa
La OCU detalla que año tras año recibe miles de denuncias relacionadas con estos servicios de reparación urgente. Según la organización, los engaños por parte de los asistentes técnicos son muy frecuentes, y caer en ellos sin apenas darnos cuenta es más fácil de lo que nos imaginamos.
No obstante, existen una serie de pautas que nos pueden guiar a la hora de contratar un servicio de este tipo en casa. Estos son los consejos que ha querido compartir la OCU con el objetivo de garantizar los derechos de los consumidores.
1. Contrata a profesionales de confianza
Si te has quedado encerrado fuera de casa, se te ha estropeado el cableado eléctrico o tienes que cambiar las tuberías, asegúrate de contratar a un profesional de confianza. Uno de los errores más comunes, según la OCU, recae en solicitar un servicio buscándolo a través internet y otros anuncios. Sin embargo, no siempre resulta ser la mejor opción, pues estos técnicos pueden carecer de certificaciones oficiales.
Así pues, lo que recomienda la entidad en estos casos, es tomar en consideración la ayuda de algún experto de tu mismo barrio o preguntar a tu círculo más próximo por alguien de confianza. Tener el contacto de un profesional competente guardado en tu móvil puede ser una buena opción para evitar posibles engaños.
2. Pide presupuesto previo
En segundo lugar, la OCU aconseja pedir siempre un presupuesto previo. Este paso puedes llevarlo en el momento de ponerte en contacto con el prestador del servicio que consideras que puede ayudarte a solucionar tu problema.
Es importante comentar con exactitud lo que necesitas y exigir un presupuesto. A partir de ahí, deberás decidir si quieres contratarlo o seguir buscando otras opciones.
Puede darse el caso de que el técnico avise de que hasta que no vea el problema en persona no puede tasar el precio. De ser así, hay ciertas cuestiones que puedes tener en cuenta.
En primer lugar, la OCU remarca la importancia de solicitar, en cualquier caso, un presupuesto aproximado, aunque esto requiera de tu insistencia. Así mismo, aconseja no quedarte solo con el primer precio, sino comparar entre varias opciones.
Por último, en caso de aceptar la tasación presencial, debes saber que puedes rechazar el servicio si el presupuesto no te convence. De ser así, solo deberás abonar los costes de desplazamiento, también acordados con antelación.
3. Si no estás conforme, no firmes
Finalmente, es importante que estés completamente convencido del contrato que vas a firmar. Tal como señala la entidad, algunas compañías con escasa ética profesional se lucran del desconocimiento de los consumidores para incluir pequeñas trampas en los documentos. En caso de tener dudas o no estar de acuerdo con el precio estipulado en el contrato, tienes derecho a no firmarlo.
Así mismo, el profesional está obligado a llevar una hoja de tarifas, la cual puedes reclamar en caso de sospecha. Recuerda también que cualquier reparación cuenta con una garantía de 3 meses.