Hay quien esté leyendo en estos momentos esta noticia que seguro que ha pasado por la puerta pequeña que tenían sus tiendas para los más pequeños. Era la forma de dar la bienvenida a los principales protagonistas de esta tienda. Y es que, ¿qué sería de una juguetería sin niños?
Sin embargo, este gesto presente en muchas infancias ya no va a ser posible, al menos no en Imaginarium. La cadena aragonesa ha cerrado las dos puertas de su tienda de Zaragoza, lugar donde nació. Esto solo puede ser un precedente de lo que puede pasar con el resto de los establecimientos que la cadena tiene abiertos.
Ha sido el pasado viernes cuando la última tienda que Imaginarium tenía abierta en su ciudad natal bajaba la verja por última vez. Esto es un gesto muy significativo, ya que, aunque sigue operativa en otros lugares de nuestro país, no ha logrado mantener abierta la que tenía en su lugar de origen.
No es algo nuevo, ya que desde hace años la cadena que estaba presente en la mayor parte de los centros comerciales, en los locales más céntricos de las ciudades… Ya no lo está.
Es más, en algunas tienes que callejear para dar con el establecimiento en caso de que quieras hacer tus compras. Lejos queda su expansión incluso en el extranjero.
Un declive que viene de lejos
Raro es que un cierre de este tipo no venga de lejos, y en el caso de Imaginarium, aunque se ha intentado salvar, no se ha llegado a conseguir. La cadena que llegó a tener hasta 426 tiendas en nuestro país con más de 800 trabajadores no ha podido superar sus problemas económicos que surgieron en la crisis de 2008.
Imaginarium se encuentra a día de hoy con una deuda de 37 millones de euros. Este dinero se ha acumulado, principalmente por acumular créditos con financieras nacionales e internacionales. A ellas les debe 26 millones de euros, a los que hay que sumar otros 6 por sanciones, deudas e intereses.
Para llegar a la cantidad final del dinero que debe la cadena, hay que sumarle 3,6 millones de créditos laborales. Aun así, hace años, cuando la cantidad no era tan elevada, sí que es verdad que su fundador, Félix Tena, intentó ponerle solución poniendo a la venta la empresa.
Fue en el año 2017 cuando Tena recurrió a esta medida con el objetivo de intentar salvar la empresa. Esta pasó a manos de unos inversores costarricenses que se pusieron como objetivo reflotar Imaginarium.
Teniendo en cuenta lo ocurrido, es evidente que no lo han conseguido. En julio de 2022 ya entraron en suspensión de pagos, acabando en concurso de acreedores.
Incertidumbre en las tiendas que quedan
La tienda de Zaragoza no era la única que la cadena tenía en su propiedad ahora mismo en España. Además de esta, cuentan con otro establecimiento en La Coruña, en el que están siguiendo el mismo camino. Y es que en él también tienen ahora mismo importantes descuentos a fin de deshacerse de la mayor parte del stock.
Esto fue también lo que ocurrió en la capital maña días antes de que se produjera el cierre. Las colas por poder conseguir los últimos juguetes de esta tienda eran llamativas. No en vano se podían conseguir a grandes descuentos, lo que siempre es un gran reclamo para el consumidor.
A la tienda gallega hay que sumarle otras cinco tiendas que operan como franquicia. En estos casos, lo que tristemente impera es la incertidumbre, ya que no saben qué va a pasar con ellas ni hasta cuándo pueden estar operativas. Y es que desde la empresa no están recibiendo información alguna.