Adelgazar cuando sobran unos kilos, sentirse bien y estar en el peso adecuado es una pesadilla que persigue a las personas y más cuando llega el verano.
Todos quieren sentirse bien y atractivos para lucir cuerpo en la playa, la piscina o en el río. A veces, también se convierte en una necesidad por motivos de salud.
Las dietas se hacen tediosas y, sobre todo, en la época estival donde los helados o las consumiciones en los bares acompañadas de una tapa o las comidas o cenas copiosas dificultan el control de la calidad de los alimentos que se ingieren.
Una de las soluciones para adelgazar más y más rápido está relacionada con el metabolismo basal. Es decir, con la capacidad que tiene nuestro cuerpo de consumir energía.
Cuando se realizan actividades físicas, el cuerpo quema calorías. Pero también lo hace con la respiración o en el proceso de digestión. La energía es fundamental en el cuerpo para ejecutar las funciones básicas vitales que permiten la vida.
El sexo, la genética o la edad están ligados al metabolismo. Durante la etapa infantil este es muy activo. De cada a los 30 o 40 años, se estabiliza y, posteriormente comienza a disminuir lo que dificulta adelgazar.
Un remedio para acelerar el metabolismo y quemar de este modo más calorías es centrarse en la alimentación. Consumir menos calorías de lo que el propio organismo es capaz de eliminar es la clave para perder grasa corporal.
Comer siempre a la misma hora
El metabolismo debe mantenerse activo todo el día para poder adelgazar. Para lograrlo, es necesario comer varias veces al día y siempre a las mismas horas. Las rutinas de alimentación contribuyen a controlar que el metabolismo trabaje a buen ritmo.
Cuando se descontrolan los horarios o se salta alguna comida, la siguiente vez que se ingiere alimentos se hace con ansia. Se come más y de manera rápida. El cuerpo responde a este hecho acumulando más grasa en concepto de 'reserva' por si acaso pasa otro periodo de tiempo sin alimentos. Esto desajusta el metabolismo.
Comida picante
El picante de los alimentos contiene capsaicina. Esta sustancia aparenta saciar y favorece la oxidación de las grasas. Por otro lado, el picante genera un aumento de calor que implica el incremento del metabolismo basal de hasta un 20% la siguiente media hora tras su ingesta. Los alimentos picantes son un buen aliado.
Té verde
El té verde contiene catequinas. Esta sustancia se encuentra dentro de la familia de antioxidante que produce un efecto termogénico. Traducido, se incrementa el gasto de calorías corporales. El aumento de la temperatura corporal acelera el metabolismo en las siguientes horas tras su ingesta.
El estrés
Estar estresado, sobre todo cuando el estrés se convierte en un mal crónico, obstaculiza la pérdida de peso. Incluso, altera el metabolismo. Del mismo modo, afecta al equilibrio hormonal en tanto en cuanto el cuerpo genera cortisol por encima de los niveles de normalidad.
Cuando una persona está estresado, su cuerpo acumula la grasa de los alimentos que ingiere creyendo que se necesitan más calorías. El cuerpo se pone en alerta.
Estos consejos funcionan si se practican en sintonía con el ejercicio físico y una dieta equilibrada. La calidad de los alimentos junto con la actividad física también mejoran el ritmo del metabolismo.
La Organización Mundial de la Salud indica que tener una vida activa es imprescindible. Es importante que nos desplacemos caminando y se evite coger el coche o el transporte público en todo lo posible para conseguir llegar a nuestro peso ideal.