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Montaje de un carrito de compra en el pasillo de un supermercado y una redonda con aceite de oliva

Si el aceite de oliva te parece muy caro, la OCU tiene la solución para ahorrar

La clave está en utilizar el aceite de oliva adecuado y en aplicar algunos trucos que nos ofrece la OCU

El aceite de oliva es uno de los productos más apreciados y consumidos en España, ya que forma parte de la dieta mediterránea y tiene numerosos beneficios para la salud. Sin embargo, su precio se ha disparado en los últimos tiempos, lo que hace que muchos hogares tengan que racionarlo o buscar alternativas más económicas. Ahora, la OCU nos ofrece una solución única para ahorrar fácilmente.

El aceite de oliva se ha conseguido situar como uno de los aceites vegetales más consumidos en nuestro país. Debido a su sabor, versatilidad y poder nutricional, se sitúa muy por encima de muchas otras variedades. Como podría ser el caso del aceite de girasol. No obstante, debido a la coyuntura económica en la que nos encontramos desde hace bastante tiempo, su precio en el supermercado se ha incrementado notablemente.

¿Qué podemos hacer para ahorrar en aceite de oliva sin renunciar a su calidad y a su sabor?

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) nos ofrece algunos consejos para elegir el mejor aceite de oliva al mejor precio. Y para variar nuestras preparaciones culinarias con otras grasas saludables. Estos son los puntos clave que debemos tener en cuenta.

1. Compara precios y marcas

El precio del aceite de oliva puede variar mucho según el tipo, la calidad, el origen y la marca. Por eso, es importante comparar los precios y las ofertas de los diferentes establecimientos y fabricantes. La OCU dispone de un comparador de aceites de oliva donde puedes consultar los resultados del último análisis de calidad y precio de más de 40 marcas.

Montaje de aceite de oliva con billetes de euro
Es interesante que compares los precios de las diferentes marcas | Getty Images

2. Elige el tipo adecuado

El aceite de oliva se clasifica según su grado de acidez y su proceso de elaboración. El más caro y el más valorado es el aceite de oliva virgen extra, que tiene una acidez inferior al 0,8% y se obtiene solo por medios mecánicos. 

El aceite de oliva virgen tiene una acidez inferior al 2% y también se obtiene solo por medios mecánicos. El aceite de oliva refinado tiene una acidez inferior al 0,3% y se obtiene por procesos químicos o térmicos. El aceite de orujo de oliva se obtiene por extracción con disolventes a partir del residuo del prensado de las aceitunas.

3. Adapta el uso al tipo

No todos los tipos de aceite de oliva son iguales ni tienen el mismo uso culinario. El aceite de oliva virgen extra es el más adecuado para consumir en crudo. Ya que tiene un sabor y un aroma intensos que realzan las ensaladas, los gazpachos o las tostadas. 

El aceite de oliva virgen también se puede consumir en crudo, aunque tiene un sabor y un aroma más suaves. No ocurre lo mismo con el aceite de oliva refinado, que es el más adecuado para cocinar a altas temperaturas, ya que resiste mejor el calor y no se quema ni se oxida. El aceite de orujo de oliva también se puede usar para cocinar a altas temperaturas, aunque tiene un sabor más neutro.

4. Varía con otras grasas

El aceite de oliva no es la única grasa saludable que podemos usar en la cocina. También existen otros aceites vegetales, como el de girasol, el de soja o el de colza. Estas opciones tienen un alto contenido en ácidos grasos insaturados y que pueden ser una buena opción para algunas preparaciones. 

Además, también podemos usar otras grasas animales. Como la mantequilla, la margarina o la manteca, que tienen un toque muy particular y que pueden ser adecuadas para algunas recetas.

Un montaje con una imagen de mantequilla cortada y otra de una persona llevando en un plato margarina
La mantequilla es otra grasa animal que tiene funciones similares | Getty Images, Pexels

Como ves, el aceite de oliva es un alimento muy completo y saludable, pero no es el único ni el imprescindible. Podemos ahorrar en aceite de oliva eligiendo bien el tipo, la calidad, la marca y el uso que le vamos a dar.

No obstante, también podemos variar nuestras preparaciones con otras grasas saludables que nos aporten nutrientes y sabores diferentes. Lo importante es seguir una alimentación equilibrada, variada y moderada.