Aunque la mayoría de los ciudadanos han cotizado más de 15 años para obtener el día que se jubilen una pensión contributiva, no siempre es así. Y es que hay casos en los que no se llega a esa cifra mínima de cotización por diversos motivos.
Son casos que hay que abordar, ya que les pasa a millones de españoles y necesitan despejar las dudas que se les plantean. Recordemos que dentro de esos 15 años, dos de los mismos deben haberse ejecutado justo antes de la jubilación. Así, podrás cobrar una pensión contributiva.
La Ley aclara que hay que cotizar esta cantidad de tiempo, pero si se han cotizado, por ejemplo, 10 años las personas van a estar protegidas por la Seguridad Social igualmente. No hay problema en ello y debes estar muy atento a la información que vamos a ofrecerte en detalle.
Aunque hayas cotizado solo 10 años, la Seguridad Social te pagará una pensión
La Seguridad Social piensa en todos los ciudadanos y un ejemplo radica en lo que ocurre con este tipo de trabajadores. Y lo que es mejor, también contempla unas pensiones no contributivas para aquellos que no han podido trabajar más de 15 años en su vida.
En la propia página web de la Seguridad Social podemos apreciar que existe un apartado donde te explica en qué consisten las pensiones no contributivas.
Y es que estamos hablando de un tipo de pensiones para ciudadanos que se encuentran "en una situación de necesidad protegible". Ponemos el foco en aquellos que "carecen de recursos suficientes para su subsistencia en los términos legalmente establecidos, aun cuando no hayan cotizado nunca o el tiempo suficiente".
Tras ser actualizada, la pensión mensual no contributiva es de 483,61 euros
Si nos fijamos en la situación que tenemos en nuestro país en el año 2023 respecto a estas pensiones no contributivas, esta se ha actualizado. Tras esta actualización, la cuantía básica integral es de 483,61 euros mensuales. Por otro lado, la mínima del 25 % es de 121,15 euros al mes.
Como no podía ser de otra manera, hay unos requisitos concretos para poder cobrar esta pensión no contributiva para aquellos que deben estar más protegidos por sus circunstancias.
Es cierto que, según informa en su página web la Seguridad Social, la gestión de estas prestaciones viene atribuida a los órganos competentes de cada comunidad autónoma. Pero el Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) marca una serie de pautas generales para que se pueda acceder a la pensión no contributiva.
Requisitos para acceder a las pensiones no contributivas
En primer lugar, la persona en cuestión tiene que haber cumplido los 65 años de edad o no podrá acceder a esta pensión. Para continuar, debe tener unos ingresos anuales inferiores a 6784,54 euros. Si se convive con familiares, los límites de renta serán distintos según el número de convivientes y la suma de las rentas de todos los miembros.
Por ejemplo, si el solicitante convive con su cónyuge, el límite está fijado en 11 533,72 euros al año. Pero en el caso de que se conviva con un cónyuge y un pariente de segundo grado de consanguinidad, esta cantidad asciende a 16 282,90 euros.
El último de los requisitos en cuestión es tener la residencia habitual en nuestro país. Además, tiene que haber residido durante un periodo de 10 años. Y más concretamente, "en el período que media entre la fecha de cumplimiento de los 16 años y la de devengo de la pensión".
Eso sí, de estos "dos han de ser consecutivos e inmediatamente anteriores a la fecha de la solicitud", reza la web de la Seguridad Social. Sin duda, este organismo no va a dejar colgado a nadie, pero teniendo claro que hay unos requisitos exigibles.