El Gobierno ha conseguido este jueves el aval del Congreso de los Diputados a la segunda y última fase de la reforma de las pensiones. Queda así aprobado el nuevo sistema público de pensiones, que trae importantes cambios. La reforma viene avalada por Bruselas, los sindicatos y los partidos políticos.
El nuevo sistema persigue la sostenibilidad del sistema público de pensiones sin que los pensionistas pierdan poder adquisitivo. Un difícil encaje que ha obligado a aumentar las cotizaciones de los trabajadores a la Seguridad Social. También hay cambios importantes como el nuevo período de cálculo.
El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se ha mostrado feliz hoy en el Congreso. Ha sido el artífice de esta reforma de las pensiones no exenta de polémica. Estos son los cinco cambios principales que introduce la reforma de las pensiones aprobada hoy definitivamente.
Reforma de las pensiones: en qué consiste
La primera fase del sistema de pensiones se aprobó en diciembre de 2021. En esa primera fase se aprobó la revalorización basándose en el IPC (precios), que este 2023 ha supuesto un incremento del 8,5% en las pensiones contributivas. El aumento del gasto se ha compensado con un incremento de los ingresos.
Para ello, se introdujo un nuevo sistema de cotización para los autónomos, que ha entrado en vigor el 1 de enero de 2023. Se trata de un sistema de cotización por ingresos reales, que en la práctica supone un aumento de la cuota mensual para la mayoría. Eso ha permitido aumentar la recaudación.
Otra novedad importante fue la introducción de “castigos” para la jubilación anticipada e incentivos para retrasar voluntariamente la jubilación. Los jubilados recibirán pensiones más modestas cuando adelanten la edad de jubilación. Al retrasarla reciben bonificaciones hasta 12.400 euros anuales.
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La segunda fase de la reforma incluye medidas para elevar los ingresos y garantizar la sostenibilidad del sistema. Contiene medidas polémicas como la cuota de solidaridad o la nueva base de cómputo. Estos son los cambios principales que trae la nueva reforma de las pensiones.
Mecanismo de Equidad Intergeneracional
El nuevo sistema introduce una cotización adicional que aumentará gradualmente hasta el 1,2% a partir de 2029. La cotización crecerá una décima al año hasta el 1,2%: el empresario se hará cargo del 1%, y el trabajador del 0,2%. Una autoridad independiente irá valorando la solvencia del sistema cada 3 años.
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El Gobierno prevé recaudar así unos 3.000 millones de euros iniciales, que irán creciendo hasta los 6.000 anuales. Está previsto que añadan 130.000 millones al fondo de reserva de las pensiones, que ahora mismo está en crisis. La recaudación tendrá que producirse entre 2023 y 2032.
Cuota de solidaridad: impuesto a los ricos
La otra medida recaudatoria es la cotización adicional conocida como el destope de las pensiones. Se trata de una nueva tasa sobre la parte del salario que exceda la base máxima. Los que estén entre la base máxima y el 10% más, irán desde el 0,92% hasta el 5,5% en 2045.
Los salarios entre la base máxima y hasta un 50% más empezarán con un 1% y acabarán con un 6%. Los salarios que superen la base máxima en un 50% (salarios de 100.000 euros) acabarán pagando un 7%. El Gobierno pretende así que los que más tienen contribuyan al sistema de pensiones.
Nuevo período de cálculo
El Gobierno quería ampliar el período para calcular las pensiones, pero la medida encontró muchas reticencias. En la práctica suponía un recorte de las pensiones para la mayoría de los trabajadores. Era una de las exigencias de Bruselas para contener el gasto, pero Podemos y los sindicatos se oponían.
Finalmente se ha aprobado una fórmula dual que permite escoger entre los últimos 25 años cotizados, o tomar los últimos 29. En este último caso, con el período más amplio, se pueden desechar los dos peores años de cotización. A partir de 2044, las jubilaciones se calculará basándose en los últimos 29 años.
Lagunas en la cotización y brecha de género
Un cambio relevante es la mejora de la pensión de las carreras irregulares, que beneficiará sobre todo a las mujeres. Los vacíos se compensarán con el 100% de la base mínima hasta el quinto año. Y con el 80% entre el mes 61 y el 84, ampliándose la cobertura de lagunas de los cuatro a los siete años.
Además, a partir de ahora cotizarán los tres primeros años de excedencia por el cuidado de familiares hasta segundo grado de consanguinidad. Los tres primeros años de reducción de jornada serán cotizados por el 100%. El complemento de la pensión por brecha de género se revalorizará un 10% hasta 2025.
Pensiones mínimas y pensiones máximas
La reforma viene con una subida de las pensiones mínimas, que subirán un 2% más que el IPC cada año. Se establece que las mínimas contributivas de jubilación con cónyuge a cargo no podrán ser inferiores al 60% del umbral de la pobreza. El resto se igualarán con las de mayores de 65 con cónyuge a cargo.
El Gobierno aumenta las pensiones máximas, con un incremento basándose en el IPC anual más una subida extra del 0,115% en cada ejercicio hasta 2050. Para entonces habrán subido un 3%. Además, a partir de 2025 y hasta 2065 habrá incrementos adicionales que subirán la pensión máxima hasta el 20%.