Las multas por exceso de velocidad nunca son bien recibidas. Y es que, los radares, se han convertido en uno de los grandes enemigos para los conductores, que no siempre están de acuerdo con la imposición de estas sanciones automáticas.
Sin embargo, te interesará saber que cancelar estos gravámenes es posible. Hay ciertos argumentos que puedes usar para que Tráfico retire la multa puesta por el radar. Eso sí, debes estar seguro de tener motivos suficientes para alegar contra el recargo, de no ser así, vas a tener que cargar con las consecuencias.
Las multas por exceso de velocidad van de los 100 a los 600 €
Conducir por encima de los límites permitidos es una de las infracciones que más cometen la mayoría de los conductores. Según los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT): "Dos de cada tres sanciones en vías interurbanas están directamente relacionadas con la velocidad".
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Los radares siguen siendo uno de los principales puntos de captación de estos incumplimientos. Las sanciones impuestas por exceso de velocidad pueden ir desde los 100 hasta los 600 €, dependiendo de la gravedad. Y no solo eso, sino que también pueden suponer la retirada de entre 2 y 6 puntos del permiso de conducir.
Los 5 argumentos que funcionan contra las multas por radar
Como bien hemos comentado, existe la posibilidad de cancelar estas multas. No obstante, debes estar bien concienciado de que tienes motivos para hacerlo. Pues, reclamar contra la sanción en vano, supondría la eliminación del pronto pago, con lo cual, no contarías con la opción de pagar solo la mitad del importe.
1. Fotograma dudoso
Lo primero que se suele hacer al recibir una multa por exceso de velocidad, es mirar la imagen que la acompaña. Debes saber que, en algunos casos, esa misma fotografía puede convertirse en tu salvación.
Según se expone en la Orden ITC/3123/2010, del 26 de noviembre, para que la sanción sea considerada válida, es indispensable que el radar inmortalice el vehículo mínimo en dos ocasiones distintas.
Así mismo, uno de los fotogramas debe mostrar "una visión panorámica del vehículo" y, el otro, su "placa de identificación". Si no se cumple esta medida y/o la calidad de la imagen da lugar a dudas, el conductor podrá utilizarlo como motivo para alegar contra la sanción.
2. Datos erróneos
Además de la imagen, el documento debe incluir otra información acerca del infractor y el delito cometido. En este sentido, es imprescindible que aparezcan identificados el número de la matrícula y el modelo de vehículo.
De la misma manera, es importante que la infracción esté bien justificada y que todos los datos concuerden con los fotogramas. En caso de producirse alguno de los supuestos mencionados, el destinatario podrá presentar la desestimación de la multa.
3. Margen de error
Otro de los argumentos que puedes usar para librarte de pagar la multa tiene que ver con el conocido margen de error. Todos los cinemómetros cuentan con un cierto margen de error que, a pesar de ser muy reducido (3%), puede elevarse hasta el 7% en el caso de los radares más veteranos.
4. Radar defectuoso
A pesar de que todos los cinemómetros pasan una revisión cada cierto periodo de tiempo, puede darse el caso de que alguno de ellos esté defectuoso. Así pues, si el radar se encuentra en mal estado o no cuenta con la documentación en regla, el afectado tendrá derecho a reclamar la imposición de la multa.
5. Contradicción con una señal
Aunque no suele ser muy habitual, también puede ocurrir que un radar se contradiga con una señal de tráfico. Es decir, que el cinemómetro salte a pesar de conducir por debajo del límite permitido, según lo indicado en la señal. En este caso, el conductor podrá recurrir la multa sin ninguna duda.