El verano es una de las épocas más esperadas del año. Sin embargo, refrescar toda la casa con el aire acondicionado hace tiempo que ha dejado de ser una buena opción. El desorbitado precio de la luz hace que muchas personas se resignen a pasar calor, para no llevarse un tremendo susto en la factura.
En definitiva, poner el aire acondicionado se ha convertido en un auténtico lujo. Afortunadamente, hay muchos trucos que consiguen un efecto muy parecido al del aire acondicionado, pero mucho más económicos. Si tú también quieres refrescar tu casa de forma barata, toma nota porque estos consejos son ideales.
Descubre los trucos que consiguen refrescar la casa sin que tengas que gastar mucho dinero:
El primer paso consiste en ventilar tu hogar como es debido. Para ello, lo ideal es hacerlo entre las siete o las ocho, cuando aún la temperatura no ha subido.
Hazlo creando corrientes de aire y notarás la diferencia. En las horas en las que el calor apriete, cierra persianas y/o cortinas y mantén semiabiertas las ventanas. Notarás la diferencia.
Al igual que cuando llega el verano haces cambio de armario, tu hogar también necesita renovarse. Para ello, deshazte de las alfombras, mantas o cortinas de invierno.
El suelo tiene que estar libre de obstáculos y las ventanas con cortinas ligeras o visillos. Así, aportarás frescor visual a tu hogar. Para aumentar la sensación, nada como mojar con agua las cortinas para enfriar el aire sin gastar.
Otro truco consiste en cocinar una vez y mejor que sea por la mañana. Además, el mejor consejo es preparar recetas frías, como el gazpacho, la ensaladilla rusa o cualquier tipo de ensalada. Al cocinar, asegúrate de encender la campana para evitar que el calor se acumule en una sola estancia.
Cuando cocines, otra idea es evitar en lo posible potentes fuentes de calor, como el horno o el fuego. En el resto de la casa, no tengas todas las luces encendidas. Esto también sirve para la televisión, que es otra potencial fuente de calor que hace que aumente la temperatura.
Antes de dormir, puedes enfriar la cama ayudándote de una botella de agua. También puedes hacerlo con una bolsa de agua caliente, pero llena de hielo o agua helada. Si la colocas sobre las sábanas antes de meterte dentro, notarás la diferencia y además descansarás mucho mejor.
En la cama, además, otro consejo es cambiar las sábanas por unas que sean de algodón o seda. Esto se debe a que estos tejidos acumulan menos calor. Además, también te ayudará el usar colores claros. Deja los tonos fuertes, como el negro, para el invierno.
El suelo de tu hogar también puede ayudar a aumentar el frescor. Para ello, friega cada mañana la casa con agua fría, así como estancias como el balcón y la terraza. Se trata de un proceso sencillo que te llevará unos minutos y, además, ayudará a mantener limpio tu hogar durante más tiempo.
El aire acondicionado es uno de los aparatos que más luz consumen. Por ello, cambiarlo por un ventilador puede ser una gran opción.
Úsalos en el salón y las habitaciones para refrescar toda tu casa. Y, si necesitas aún más frío, coloca un bol con hielo y sal gruesa delante de los mismos. El aire se enfriará mucho más.
Las plantas son parte de la decoración de cualquier hogar porque aportan alegría y también frescor. Si cuentas con ellas, riégalas a menudo para disminuir la temperatura, tanto interior como exterior.
También puedes dejar a su lado un recipiente lleno de agua. Este sencillo consejo marcará un antes y un después.
Mantenerse hidratado durante el verano es imprescindible. Ten siempre a mano agua fría y consume un mínimo de dos litros cada día. Ducharse con agua templada (más recomendable que la fría) también te ayudará a soportar las altas temperaturas.
En definitiva, con estos consejos, podrás refrescar tu hogar de forma sencilla. Además, te desharás del calor de una manera económica y efectiva.
Y no habrá mejor sensación que estar en una casa más fresca desde primera hora de la mañana hasta la noche. Como ves, el aire acondicionado no es imprescindible si sabes cómo sustituirlo.