Nuevo varapalo para los fumadores. El pasado sábado 8 de octubre entró en vigor una actualización de los precios en algunas marcas de tabaco, como recogía el BOE. Como era de esperar, ante la subida de la mayoría de productos de consumo, los cigarrillos y cigarrillos no iban a ser menos.
El Boletín Oficial del Estado recogía los precios de venta al público en los establecimientos permitidos. Dichas modificaciones son válidas para las Expendedurías de Tabaco y Timbre de la Península e Islas Baleares.
¿Cómo quedan los nuevos precios en cigarros y cigarrillos?
Uno de los cigarrillos que verá aumentado su coste serán los Winston Red 23s (23), que pasarán a tener un precio de 4,75 euros. En cuanto a cigarros y cigarritos, son varias las marcas afectadas.
Davidoff Year of the Rabbit (10) implicará un desembolso de 37,50 euros, mientras que el Avo Xo Notturno Tubos (20) costará 11 euros. Otra firma que sufrirá variaciones serán los Zino.
Los Zino Mini Nicaragua y los Mini Red, de 20 unidades el envase, pasarán a valer 8 euros. Los usuarios de Zino Nicaragua Gordo (25) y Zino Nicaragua Gordo (4) tendrán que abonar 6,25 euros.
Variaciones en las picaduras de liar y en las de pipa
Los que compren picaduras de liar Veramia, de 30 gramos, sufrirán también el aumento del precio en los estancos. A partir de ahora el coste será de 5,20 euros.
Por su parte, en las picaduras de pipa también se experimentan variaciones al alza. Es el caso de Dumanji Galactic, Dumanji Le Blue y Dumanji Papaoutia, de 200 gramos. Pasará a tener un precio de 11,50 euros.
España se enfrenta a un problema con el consumo de tabaco
España parecía que tenía controlado el consumo de tabaco entre la población. Sobre todo tras aprobar en 2009 la primera ley antitabaco. Sin embargo, en los últimos dos años, a raíz de la pandemia, se ha producido un cambio de hábitos entre los ciudadanos.
Se experimentó un repunte en el consumo de este tipo de productos. La encuesta sobre alcohol y drogas del Gobierno determina que el 32,3% de la población entre los 15 y los 64 años fuma. Una cifra muy parecida a la que había antes de 2009.
Por lo tanto, hay 10,5 millones de personas que siguen haciendo uso del tabaco con cierta regularidad. En este informe se recoge que el 20% trató de abandonar este hábito, aunque no encontró ayuda para hacerlo. Las autoridades sanitarias tampoco están realizando lo posible para cambiar esta dinámica tan negativa.
De momento, la reforma de la ley del tabaco que pretendía disminuir al 15% el número de fumadores se ha guardado en un cajón. Con ella se pretendía conseguir una generación no fumadora en 2040. Pero esto resulta complicado ante la poca implicación del Estado, que ven en estos artículos una gran fuente de ingresos.
El daño provocado por la pandemia
Durante la última década se había producido una importante caída en el número de consumidores de cigarros y cigarrillos. Sobre todo con la puesta en marcha de la primera ley antitabaco.
Según desvela el Ministerio de Hacienda, en 2005 se vendían 1000 millones de cajetillas. Se consiguió reducir esta cifra por debajo de los 500 millones en 2020. Pero hubo un espectacular repunte en 2021, algo que se puede atribuir a la pandemia.
Se llegaron a vender más de 2000 millones de cajetillas, lo que supone cuatro veces más que el año anterior. En cuanto a 2022, la previsión tampoco es nada optimista. En los seis primeros meses se habían consumido más de 1000 millones, según el Comisionado para el Mercado de Tabacos.