El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobado la mayor subida de las pensiones de la historia (un 8,5%) en plena crisis inflacionista. Según los cálculos, la subida de las pensiones le costará al Estado 13.000 millones de euros. Pero recuperará parte del gasto gracias a la recaudación en impuestos.
El Gobierno ha revalorizado las pensiones de 2023 basándose en el IPC, es decir, que el alza de las pensiones responde a la subida de los precios. Pero el notable aumento de las pensiones no contributivas conlleva también más impuestos. Y Hacienda está al acecho de una recaudación histórica.
El resultado es que, según los expertos fiscales, miles de jubilados percibirán una subida menor de lo esperado. El aumento de la carga impositiva contrarrestará la subida hasta el punto de reducir mucho su efecto. Esta es la pesimista previsión de los asesores fiscales ante el sablazo de los impuestos.
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Cuánto perderán los pensionistas en impuestos
Según las estimaciones, los impuestos reducirán el aumento de las pensiones en un 37% en la nómina de muchos jubilados. Los más afectados serán los 400.000 jubilados que cobran la pensión máxima. Los cálculos dicen que la subida real para estos jubilados será solo del 6%.
El Registro de Asesores Fiscales (Reaf) pone el ejemplo de un jubilado de 70 años que vive solo y cobra la pensión máxima. La subida del 8,5% se traducirá en 3.345 euros brutos al mes, que con los impuestos se reducirá a 2.113. Hacienda se quedará el 37% de la subida en concepto de retenciones.
La retención fiscal para estos pensionistas pasará de 8.291 euros en 2022, a 9.533 euros este 2023. Se trata de una consecuencia lógica de la fuerte subida de las pensiones para hacer frente a la inflación. Al aumentar las nóminas, los pensionistas pasan a tramos más altos y aumentan las retenciones.
Subida silenciosa de impuestos
Los pensionistas se beneficiarán de la subida de las pensiones, pero otro claro beneficiado será la Agencia Tributaria. Según el último informe (noviembre), los ingresos por retención del IRPF a los pensionistas subieron un 17%. El dato corresponde a los once primeros meses del año pasado.
Hay varios factores que explican la mejora de los ingresos por impuestos en Hacienda. Uno es el incremento del número de pensionistas, que el año pasado superó por primera vez los 10 millones. Pero un factor determinante es que muchos pensionistas pasaron a un tramo más alto al subir su pensión.
Los expertos conocen este fenómeno como “subida silenciosa de impuestos”. Esto ocurre cuando las pensiones suben mucho para compensar la pérdida de poder adquisitivo. Al no actualizar los umbrales de la Renta, personas que no han mejorado su poder adquisitivo pasan a pagar más impuestos.
La dura realidad para millones de pensionistas
La realidad es que el aumento de los salarios y las pensiones este año se ha traducido en un crecimiento del 12,5% de las retenciones del IRPF. Una persona que cobra una pensión media, en torno a 18.987 euros brutos al año, pagará 150 euros más de IRPF. Hacienda se llevará el 10% de su subida.
Para los pensionistas del Régimen General será aún peor, porque con una pensión media de 21.350 euros pagarán 400 euros de más en IRPF. En total, la Agencia Tributaria se quedará con el 24% de su subida. Pero definitivamente, el gran varapalo de Hacienda será para los que cobran pensiones altas.
Un pensionista que cobre cerca de la pensión máxima (37.975 euros brutos al año), pagará 950 euros más en IRPF que el año anterior. Hacienda se quedará cerca de un 32% de su subida. Estos pensionistas están en una situación muy similar a las personas que cobran la pensión máxima.
Lo peor de todo es que el Gobierno no hace públicos esos datos ni en los Presupuestos ni en documentos oficiales. La falta de transparencia añade más inquietud entre los afectados por este repentino aumento de las retenciones fiscales. Por el contrario, el Ejecutivo saca pecho por la subida de las pensiones.