¿A quién le gusta pasarse un día dedicado exclusivamente a la limpieza y orden de la casa? Está claro que una de las cosas que menos nos gustan es limpiar y ordenar el espacio donde vivimos, pues preferimos dedicarlo a pasar tiempo en familia o con amigos. Más aún, cuando la limpieza de ciertas zonas de la casa se hace una tarea larga y pesada que conlleva varias horas.
La importancia de repartir las tareas en casa
Lo ideal es repartir las tareas de la casa en varios días de la semana y entre todos los convivientes. ¿Sabes por qué? Porque así lograrán un espacio limpio y ordenado por mucho más tiempo.
Sin embargo, algunas tareas pueden resultar realmente poco apetecibles pues tienen que ser minuciosas y dedicarles bastante tiempo para lograr un resultado óptimo. Incluso es recomendable seguir un patrón o una guía, como cuando vamos al supermercado con la lista de la compra en el bolso. De esta forma sabemos que toca limpiar y ordenar durante la semana y hacer lo mismo mensualmente.
Hacer la cama, poner orden en las habitaciones y espacios donde más tiempo se pasa, fregar los platos, limpiar la cocina, desinfectar los baños... También barrer el suelo o pasar la aspiradora, son algunos ejemplos diarios de limpieza y orden que podemos realizar a lo largo del día.
Cambiar las sábanas, lavar las cortinas, ordenar y limpiar los espacios exteriores, limpiar las ventanas... Limpiar es toda una carrera de fondo, puesto que las tareas parecen no acabar nunca.
¿Y los techos de los muebles? También debemos limpiarlos, al igual que las lámparas. Todo ello son quehaceres que pueden desglosarse a lo largo del mes. Como vemos, repartir las tareas durante la semana y el mes, es una manera práctica y sencilla de no sentir que somos esclavos de la limpieza y orden de la casa.
Esto se debe a que tenemos que disponer de un espacio limpio y adecuado donde nos sintamos nunca mejor dicho, como en casa. Cada vez son más los productos y utensilios de limpieza que el mercado nos ofrece para mantener nuestra casa limpia.
El truco definitivo para quitar el polvo de los raíles de las ventanas
Es más, los productos de limpieza son cada vez menos agresivos y más respetuosos con el medio ambiente. Pero, aun así, es cierto que nos encontramos con tantos productos de limpieza en el supermercado que podemos tener algunas dudas. ¿Qué opción escoger, por ejemplo, para eliminar el polvo de los raíles de las ventanas?
Tareas como limpiar los raíles o espacios entre las ventanas puede ser realmente tedioso, pero también puede ser fácil utilizando estos productos. Antiguamente, se utilizaba el vinagre como remedio natural pero también como limpiador para toda la casa.
Y si a ese producto le añadimos el bicarbonato, ya obtenemos una limpieza perfecta sin necesidad de gastar tanto dinero. El motivo es bastante evidente: ambos provocan una combinación ideal para limpiar la casa, reduciendo toda la suciedad al máximo... Tan solo deberás mezclar en un recipiente ambos productos y utilizar utensilios como un trapo de microfibras o un cepillo.
Si quieres que el resultado sea más duradero, puedes dejar reposar la mezcla durante unos minutos en los raíles de las ventanas. Y aunque este sea el truco más clásico, lo cierto es que existe un truco secreto para acabar con el indeseado polvo.
Para llevarlo a cabo, deberemos optar por utilizar nuestro secador de pelo, una opción sencilla, pero efectiva que seguro te sorprenderá. Solo tienes que colocar una bolsa en la parte posterior de tu secador de pelo.
Al encenderlo, provocará que todo el polvo almacenado en los raíles de las ventanas deje de acumularse y sea absorbido por el aparato. El polvo desaparecerá en tan solo unos segundos.