Secar la ropa en casa es la pesadilla de muchas personas. No importa la época del año, lo cierto es que la colada puede ser una tarea complicada. Cuando la ropa se queda húmeda coge ese olor peculiar y característico que no nos gusta nada, y que todos notamos en el ambiente. En definitiva, cuando la humedad empieza a afectar a nuestra ropa, es muy importante hacer las cosas bien para acabar con el problema del mal olor.
La ropa y la humedad, una pareja muy mala
Es bien sabido que todos los hogares pueden llegar a tener problemas con la humedad en cualquier momento. Por eso, es muy importante ser previsores y saber actuar ante esta situación.
El mejor truco para evitar el mal olor es quitarle todo el líquido a la ropa, o como mínimo la mayor parte. Resulta fundamental no dejar una gran cantidad de agua en nuestra ropa, usando incluso nuestras manos si hace falta escurrirla.
De esta manera, evitaremos que se estropeen, y no solo eso. Además de desgastar el tejido, el exceso de humedad puede hacer que en nuestras prendas aparezcan hongos, lo que provoca problemas respiratorios y en la piel.
Pero este truco no es el único. Queremos enseñarte otros que van muy bien para evitar los malos olores y cuidar mejor tu ropa. Si no dispones de una secadora, y lo que te interesa es aprender a secar de una manera correcta, has llegado al sitio adecuado.
Los trucos caseros definitivos para secar la ropa
Optar por tender la ropa dentro de casa puede parecer una buena opción. De esta manera te aseguras de que no absorba la humedad del exterior y tampoco te tienes que preocupar por si empieza a llover.
Pero no la puedes tender de cualquier manera. Ante que nada, asegúrate de que la ropa tenga muy poca agua. Si notas que pesa mucho, es que hace falta escurrirla, aunque evitando siempre todas las arrugas.
Además de tenderla dentro de casa es importante utilizar tendederos plegables grandes, dónde quepa todo. Aunque si son prendas pequeñas también puedes utilizar sillas. En todo caso, hay que dejar el espacio necesario entre ellas para que pase el aire y se sequen lo más rápido posible.
Eso si, no todos los sitios son buenos. Lo ideal y correcto sería poder tender la ropa en un sitio en el hogar dónde haya una buena corriente de aire. También es importante que no sea una zona por donde pase mucha gente, para evitar que coja olores.
El truco para conseguir un aire limpio no tiene mucho misterio: simplemente abre tus puertas y ventanas. Con esta acción, seguro que lograrás que el problema vaya disminuyendo.
Otro truco que tienes que tener en cuenta que cuando pongas la lavadora es usar un programa de centrifugado más rápido que el ciclo normal (los ciclos cortos centrifugan más rápido). Este programa lo puedes aplicar en todas las prendas que lo permitan. Pero es importante no olvidar que esto no se puede hacer con las piezas más delicadas, como podrían ser las de cachemir, seda, lino, o lana.
Deshumidificadores portátiles, pequeños y silenciosos
Si en tu casa hay mucha humedad y ninguno de los trucos caseros que te hemos dado te funcionan, no te desesperes, tenemos otro. Un deshumidificador puede ser una opción muy útil, ya que nos brinda una gran cuantidad de beneficios.
Para quién no lo sepa, un deshumidificador es un aparato de climatización cuya función principal consiste en controlar y reducir la humedad del aire del lugar donde está ubicado. Así pues, puede extraer la humedad y también es capaz de hacer que el ambiente sea saludable, agradable y acogedor.
Cada vez son más las personas que escogen esta opción como solución al problema del mal olor de la ropa. El deshumidificador facilita el secado de la ropa, evita el mal olor, previene problemas de salud y reduce la formación de moho y bacterias. Además, también ayuda a cuidar y prevenir el deterioro de los muebles y electrodomésticos.