Las almejas son uno de los alimentos del mar favoritos debido a que encajan a la perfección con cualquier preparación. Sin embargo, a la hora de cocinarlas, un problema muy común es que se les quede arena en el interior.
A pesar de que cuentan con un sabor exquisito, este se puede arruinar del todo si esto sucede. Por suerte, existe algún que otro truco, que siguen los chefs profesionales, para que no te vuelva a ocurrir cuando las cocines
Lo mejor es que, aunque sea un consejo de cocineros reputados, tú también puedes llevarlo a cabo en la comodidad de tu hogar. Tan solo necesitarás unos elementos muy sencillos que ya tienes en tu cocina.
¿Qué necesitas para quitar la arena de las almejas?
Si quieres deshacerte para siempre de ese incómodo momento en el que vas a comer almejas y encuentras arena en su interior, lo primero que debes hacer es preparar los utensilios. Son tan solo cinco elementos con los que ya cuentas en tu hogar.
En primer lugar, necesitarás un recipiente de tamaño ancho. Te servirá, por ejemplo, una cacerola grande que tengas en casa. También debes preparar un colador de malla, cuidando que esta no sea demasiado fina.
Después, necesitarás tan solo harina, sal marina de la que tienen en todos los supermercados y agua del grifo. Como ves, es completamente factible hacerlo con lo que ya tienes en casa.
1. Empieza lavándolas en agua salada
Una vez que hayas preparado todos los utensilios, el primer paso consiste en llenar el recipiente que hayas elegido con agua. Después, agrega unos 35 gramos de sal marina por cada litro que hayas añadido. Ahora, remueve bien la mezcla hasta que la sal se disuelva. De este modo, lograrás que el agua sea muy similar a la que encontramos en el mar.
Cuando lo hayas conseguido, coloca el colador en el fondo de la cacerola o el recipiente de tu elección y pon las almejas en su interior. El colador será el encargado de filtrar la arena de las almejas hacia abajo. Así, no se volverá a juntar con ellas cuando se haya desprendido.
Por último, déjalas en remojo de dos a tres horas y, cuando pase el tiempo, agrega una cucharada de harina. De esta forma, las almejas se abrirán para alimentarse, lo que acelerará el proceso de lavado en su interior.
2. Aclara las almejas a conciencia
Deja el recipiente con las almejas y la harina otras dos o tres horas antes de aclarar de forma abundante con agua del grifo. En este punto, es importante que las aclares por separado. Es decir, de una en una, porque es la mejor forma de conseguir una limpieza absoluta.
Como dato, recuerda que siempre debes hacer uso de agua fría. De lo contrario, empezará el proceso de cocción y las almejas no se terminarán de limpiar bien por dentro, arruinando el truco por completo.
3. Repite casi el mismo proceso
Una vez que hayas aclarado bien las almejas con el agua dulce, vuelve a repetir el primer paso. Sin embargo, en este caso no debes agregar después la cucharada de harina.
Cuando pasen de dos a tres horas, ya podrás poner las almejas a cocinar y la arena de su interior habrá desaparecido por completo. A pesar de que pueda parecer un proceso muy laborioso, lo cierto es que lo único que necesitarás es tiempo para completarlo.
Como ves, este proceso es muy sencillo de llevar a cabo y te ayudará a poder disfrutar del excelente sabor de las almejas sin ningún ingrediente indeseado. Vuelve a recuperar tu pasión por las almejas frescas e inclúyelas en una gran variedad de platos.