La cerveza es una bebida que cuenta con una larga historia tradicional, y probablemente sea una de las más famosas y consumidas en todo el mundo. Sin embargo, todavía existen ciertos mitos en cuanto a su consumo. Por eso, en el artículo de hoy vamos a dar respuesta a uno de los más extendidos.
El famoso mito de la 'barriga cervecera': ¿Realmente es cierto?
Cualquier ocasión es buena para beberla: bien sea en un cumpleaños, en un evento social e incluso en una reunión informal entre amigos. La cerveza es el complemento ideal para acompañar cualquier momento.
Esta bebida alcohólica, cuya fermentación se realiza a base de cereal, es a día de hoy una de las bebidas con mayor relevancia en nuestra sociedad. Echando un vistazo en cualquier terraza de bar, verás que es una de las opciones más típicas.
Si echamos la mirada atrás, veremos que nuestros antepasados ya disfrutaban de ella también: centeno, espelta, avena... cualquier grano les era de utilidad para elaborarla. Sin embargo, actualmente existen diferentes tipos de cervezas en el mercado, y una de las clasificaciones que se realiza de forma más habitual está basada en su color.
Así pues, podemos diferenciar tres tipos de cervezas: las rubias o pálidas, la ámbar o tostada y las oscuras o negras. Evidentemente, además de estas, existen más tipos de clasificación. Ahora bien, centrándonos en los tiempos que corren, seguro que en más de una ocasión habrás escuchado la frase de 'beber cerveza engorda y hace que salga barriga'.
Lo cierto es que este es uno de los mitos más extendidos en nuestra sociedad, y mucha gente empieza a tener dudas. De cualquier forma... ¿Es esta frase cierta? Pues bien, de forma general la respuesta es que no. Lejos de lo que muchos puedan pensar, la cerveza es una bebida que está llena de beneficios para nuestro organismo.
Debido a su composición en cereales, agua y cebada, la cerveza es rica en nutrientes, vitaminas, proteínas e hidratos de carbono, todos ellos necesarios para el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
Eso sí, que esté llena de beneficios no quiere decir que debamos consumirla en exceso. De la misma forma que haríamos con cualquier otro alimento o producto, tampoco es bueno abusar de ella.
Esto es lo que debes tener en cuenta para no engordar
Si tenemos en cuenta la tradición gastronómica de nuestro país, es muy habitual que a la hora de consumir cerveza (o cualquier otra bebida) esta venga acompañada de algo más. Y es que una cerveza en sí no nos haría engordar más, sobre todo si tenemos en cuenta que su aporte calórico es muy bajo en comparación con otras bebidas.
Por ejemplo, por cada 100 ml que bebamos estaremos ingiriendo 43 calorías, y si lo traducimos a un par, por cada 250 ml obtendríamos 107 calorías. Así pues, parece evidente que tomar un par de cervezas de vez en cuando no es malo.
Ahora bien, lo que sí debemos tener en cuenta es todo aquello que acompaña a una cerveza: es decir, la tapa o el aperitivo. Ahí es donde radica realmente el problema, ya que son precisamente esos alimentos los que normalmente hacen que engordemos.
Un exceso en su consumo podría implicar justamente lo contrario, y si encima la acompañamos de determinadas tapas o aperitivos... los beneficios desaparecerán completamente.
Teniendo en cuenta la recomendación de los expertos, es mejor consumir cerveza de forma moderada para poder beneficiarnos de sus efectos positivos. Y a ser posible, que no venga acompaña de nada más.