Los hay de muchas clases: tiernos, curados, frescos... y en definitiva, con mil y un sabores. El queso es, desde luego, uno de los alimentos más consumidos a nivel mundial. Esto es algo que no debería extrañarnos, ya que por norma general se trata de un alimento muy saludable.
Ahora bien, como todo en esta vida, los hay de mejores y peores. Pero en lo que respecta al aporte nutricional, nosotros te enseñaremos los tres más saludables. De hecho, su consumo puede realizarse incluso si estamos a dieta. ¡Vamos a verlo!
Estos son los quesos que menos engordan, y están buenísimos
El queso es un alimento muy versátil, ya que lo podemos añadir en cualquier comida. Mientras que algunos optan por acompañarlo en las ensaladas, otros recurren a él para preparar un picoteo. Sea cual sea el caso, este producto siempre resulta muy acertado.
Como todos sabemos, el queso es un alimento lácteo, y esto quiere decir que su consumo está muy recomendado por los profesionales. De la misma forma que ingerimos otros productos como la leche o los yogures, el queso tampoco debería faltar en nuestra dieta.
No obstante, esto no quiere decir que debamos abusar de su consumo, y mucho menos comprar el primer queso que veamos. En este sentido, es importante conocer de primera mano los alimentos que ingerimos, así como su origen y valor nutricional.
Por esta razón, a continuación vamos a mostrarte los tres mejores quesos que podrías consumir. Aunque se tratan de opciones muy nutritivas y saludables para cualquier persona, su consumo también es apto para aquellos que se encuentran a dieta.
1. Quesos frescos
Por norma general, los quesos frescos suelen ser los que menos engordan. Se trata de una alternativa baja en calorías, con muy poco porcentaje de grasa y además también es bajo en colesterol. Por lo tanto, es uno de los más recomendados.
En este sentido, los quesos frescos naturales que te recomendamos son el queso Quark, Ricotta y Cottage. Estas opciones son increíblemente beneficiosas para nuestro organismo, ya que su digestión es menos pesada y también favorece a que aparezcan menos intolerancias.
2. Quesos enteros
Cuando hablamos de quesos en su versión entera estamos haciendo referencia sobre todo a los que son de vaca, alternados con oveja y cabra. Sin embargo, dentro de todas las variedades existentes, el más recomendado es este último (es decir, el de cabra).
A diferencia de los quesos 'light', que contienen más aditivos, los quesos curados son más ricos en calcio. No obstante, esto también implica una pega, y es que su contenido en grasas, colesterol y sodio es mayor respecto a otros.
Por ejemplo, algunos quesos como el feta y el mozarella contienen más calorías respecto al queso mascarpone. Este último, que se fabrica sin fermentación ni maduración, tiene más grasa debido a su materia original, que es la nata.
3. Quesos vegetales
Quizás sea una de las opciones menos conocidas y consumidas, pero desde luego merece la pena darles una oportunidad. Los quesos vegetales son una gran alternativa para obtener calcio sin necesidad de consumir lácteos.
Y es que precisamente estos quesos suelen recomendarse a personas que padecen intolerancias o problemas intestinales. Estos quesos se elaboran a partir de productos vegetales, como por ejemplo la soja, los frutos secos o las semillas.
Ahora que ya conoces las distintas variedades que engloban los quesos, te animamos a que pruebes alguna de ellas. Además, ten en cuenta que un buen queso solo lleva leche, cuajo y fermentos lácteos. Por lo tanto, nuestro consejo es que a la hora de comprar uno, busques en la composición estos tres ingredientes.