Si eres de los que necesita una taza de café todos los días para despertar por la mañana, los resultados de este estudio científico podrían interesarte. El estudio, según recoge el medio alemán Die Welt, revela que tomar el primer café del día entre las 8 y las 9 de la mañana es contraproducente, y a la larga incluso podría ser perjudicial para el sistema inmunológico.
Los resultados concluyen que el consumo de cafeína durante esa franja horaria interactúa con la producción de cortisol de nuestro organismo, una hormona anti-estrés que el cuerpo produce de manera natural entre las 8 y las 9 de la mañana, entre las 12 y las 13 de la tarde y entre las 17.30 y las 18.30 horas. El cortisol ayuda a activar nuestros sentidos y a permanecer más en forma, y la aparición de la cafeína durante las horas en que el cuerpo las produce puede traer dos consecuencias negativas para nuestra salud.
La primera consecuencia es que el consumo de cafeína se vuelve contraproducente, ya que interrumpe nuestro reloj interno y provoca un estado de ansiedad, con el cuerpo más cansado y vulnerable a situaciones de estrés. Además, a largo plazo el organismo puede aumentar su tolerancia a la cafeína debido al incremento de la producción de cortisol, por lo que terminaría creciendo nuestro consumo de café.
Por lo tanto, si necesitas tomar un café por la mañana, el mejor momento para hacerlo es la franja que va de las 9.30 a las 11.30 horas, cuando la cantidad de cortisol en nuestro organismo ya ha ha alcanzado su pico. Por la tarde, la franja más óptima sería entre las 13.30 y las 17 horas. Y si tienes que desayunar antes por cuestiones de horario, existen otras alternativas beneficiosas para nuestro cuerpo como los zumos naturales, la fruta o las distintas variedades de leche vegetal.