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Toallas antiguas

Toallas viejas: los 2 trucos para darles una segunda vida y no tener que tirarlas

¡Con estos trucos ya no hará falta que las tires!

Es evidente que con el paso del tiempo y de los años las prendas textiles acaban desgastándose. Bien sea nuestra propia indumentaria o aquellas prendas que son de hogar, llega un punto en el que ya no son nuevas y esa suavidad se acaba perdiendo. 

Ahora bien, esto no implica necesariamente que tengamos que deshacernos de ellas. Aunque lo más común, rápido y habitual sea sustituirlas y comprar otras nuevas, a continuación te vamos a proponer alternativas mucho mejores. ¡Toma nota!

Así puedes darle una segunda vida a tus toallas

Es muy probable que, después de tanto tiempo utilizándolas, tus toallas acaben perdiendo ese aspecto de suavidad que tanto las caracterizaba. De hecho, aunque procures lavarlas con todo el esmero del mundo, quizás nunca volverán a quedar igual.

Bolsa con el logo de reutilizar
Reciclar textiles contribuye a cuidar el medio ambiente | Getty Images

Como norma general, la gente suele cambiar este tipo de textiles en un plazo de tres años, aunque esto dependerá del uso que les demos. No obstante, antes de plantearte tirarlas, te proponemos reciclarlas para darles una segunda vida.

Quizás pienses que se trate de algo engorroso y difícil de hacer, pero lo cierto es que tan solo necesitarás un poco de maña y creatividad. Además, contribuir al reciclaje de ropa tiene un impacto muy positivo para el medio ambiente, y los beneficios que puedes aportar son muchos.

Por una parte, debes saber que reciclando prendas textiles estás contribuyendo a la reducción de emisiones de carbono a la atmósfera. Además, también disminuye la contaminación de ríos y mares, y se evita el cultivo excesivo de plantaciones para la producción de productos textiles.

Imágen de toallas de mano
Las toallas suelen tener una media de utilidad de unos tres años | Getty Images

Como puedes observar, este sencillo y pequeño gesto puede convertirse en algo verdaderamente grande y extraordinario. Y ahora sí, vamos a ver a continuación las tres mejores alternativas para reciclar tus toallas viajas.

1. Guantes de cocina

La primera opción creativa, fácil y divertida de hacer es convertir nuestras toallas viejas en guantes de cocina. Para ello, lo ideal es que la toalla sea lo suficientemente gruesa, pero si no es el caso tampoco te preocupes.

Para crearlos, primero deberás dibujar la forma en un trozo de cartón, y cuando lo hagas, recorta las partes de la toalla en función de la plantilla que hayas dibujado. Eso sí, te recomendamos dejar unos milímetros más para que luego te resulte más fácil coser.

Mujer secando un plato con un paño de cocina
Si tenemos toallas gruesas podremos crear unos guantes de cocina | Getty Images

2. Zapatillas para el baño

Otra alternativa igual de fácil y divertida de hacer es convertir estas toallas en zapatillas para el baño. Si tenemos en cuenta la textura de las toallas, veremos que no existe un tacto más agradable para nuestros pies (sobre todo si la toalla es de rizo).

Para elaborar tus zapatillas customizadas, primero tendrás que coger la suela de alguna zapatilla tuya que ya tengas. Una vez lo hagas, recorta las porciones de las toallas siguiendo la misma forma que dicha plantilla.

A continuación, fija estas porciones en una goma con el pegamento adecuado, y deja que se seque. ¡Y listo! Ya tendrás la mejor opción para secarte los pies. De esta forma, ya no mancharás el suelo o mojarás tus calcetines... ¡Son todo ventajas!

Zapatillas de baño
Las zapatillas de baño pueden ser opciones ideales para aprovechar las toallas viejas | Getty Images

3. Una cama de mascotas

Y por último, te proponemos una tercera opción que particularmente nos encanta. Todos sabemos que nuestras mascotas forman una parte incondicional de nuestra familia, y como tal, merecen ser cuidadas y tener las mejores de las atenciones.

Por eso, que mejor idea que elaborarles una cama a partir de las toallas que ya no utilizamos. Para ello, tan solo necesitaremos tener a mano dos toallas viejas (de una longitud similar), para poder unirlas y rellenar el interior. Cuando lo hagas, solo tendrás que coser el contorno y listo, tu perro o tu gato podrá dormir en ella plácidamente.