El sexo y la sexualidad, dos conceptos estrechamente relacionados, pero en definitiva independientes, siguen siendo temas tabú para un gran número de personas -incluso en las sociedades consideradas más “abiertas”. Esto lleva a un desconocimiento generalizado de aspectos clave de la sexualidad humana que, no obstante, se ha vuelto menos severo en las últimas décadas.
A continuación vamos a definir qué es el sexo y en qué se diferencia de la sexualidad, según los trabajos de expertos en estas materias. También haremos un listado de los principales tipos de relaciones y prácticas sexuales, que no se limitan al coito o la penetración sino que incluyen incluso los besos o los abrazos, como explicaremos más adelante.
Sexo: definición del término
El término “sexo” se puede definir de distintas formas en función del área del conocimiento desde la que se parta. La definición más estricta del concepto es la de la biología, para la cual el sexo tiene que ver fundamentalmente con la reproducción sexual.
Según la definición de la biología, el sexo es una serie de rasgos relacionados con la reproducción que distinguen a los individuos femeninos y a los masculinos dentro de una misma especie. Así, el sexo no es exclusivo de los humanos sino que también está presente en otros animales e incluso en las plantas.
No obstante, la palabra “sexo” se usa de forma tan o más frecuente como sinónimo de “sexualidad” y hace referencia, por tanto, a un amplio conjunto de aspectos asociados con la biología, pero también con las relaciones sociales o con las emociones y los sentimientos.
¿Qué es la sexualidad humana?
La sexualidad humana se define como el conjunto de experiencias y conductas relacionadas con el placer sexual de nuestra especie. La misma definición se puede aplicar cuando usamos la palabra sexo como sinónimo de sexualidad.
La búsqueda de la estimulación y del placer relativo a los órganos sexuales depende en parte de variables de tipo biológico (por ejemplo, las zonas erógenas de varones y mujeres varían en cierta medida), pero también está influida de forma determinante por aspectos sociales como la intimidad entre los individuos o la identificación con determinados roles de género.
Por otro lado, en ocasiones la palabra “sexualidad” se usa para definir las diferencias entre los sexos biológicos masculino y femenino. En esta acepción, de nuevo, los dos términos pueden ser utilizados de forma intercambiable; en cualquier caso, es algo más común hablar de sexualidad en un sentido más social o conductual y de sexo en uno más biológico.
Tipos de prácticas o relaciones sexuales
A pesar de que con gran frecuencia se habla de “practicar sexo” o de “tener relaciones sexuales” para hacer referencia exclusivamente al coito o bien a un pequeño conjunto de prácticas, de las definiciones anteriores se deduce que las prácticas sexuales incluyen desde los besos hasta la penetración, junto con un gran número de actos más. Veamos algunos ejemplos ilustrativos.
1. Besos y abrazos
Aunque evidentemente no todos los besos y abrazos pueden ser considerados prácticas sexuales, los que tienen como objetivo el placer sexual o bien lo provocan sí entran en la definición de sexo.
2. Sexo con penetración
El coito o penetración vaginal es el ejemplo típico de conducta sexual, si bien la penetración del ano y la de la boca también son prácticas sexuales habituales.
3. Estimulación manual
La estimulación manual del cuerpo (por ejemplo de los genitales, los labios, los pezones, el ano y muchas otras regiones) es otro tipo de relación sexual muy habitual. La masturbación a uno mismo y el masaje sexual o erótico también se incluirían en esta categoría.
4. Estimulación oral
En este caso el placer se consigue siendo estimulado por la boca de la pareja sexual. La estimulación oral del pene es llamada felación y la de la vulva cunnilingus, mientras que el término “anilingus” designa la estimulación del ano mediante la boca.
5. Sexo sin penetración
Existen múltiples prácticas sexuales que no requieren penetración, pero cuando se habla de sexo sin penetración en general se está haciendo referencias a actos similares al coito, como la frotación con o sin ropa.
6. Estimulación con dolor
Muchas personas obtienen placer sexual cuando sufren dolor en ciertos contextos. El sadismo y el masoquismo son dos buenos ejemplos de cómo se manifiesta esta preferencia, pero existe un gran número de prácticas sexuales que incluyen el dolor además de estas,
7. Conversación erótica
El sexo puede incluir la conversación como un elemento fundamental. Un caso particularmente conocido es el del sexo telefónico, si bien la conversación sexual puede darse en un gran número de contextos y ser más o menos explícita. Las posibilidades se multiplican si incluimos el lenguaje no verbal.
8. Juego de roles
El juego de roles sexual tiene que ver con el cumplimiento de fantasías y con frecuencia se utiliza como “preliminar”. Ejemplos típicos son los roles de amo y esclavo, profesor y alumno o trabajador/a sexual y cliente, aunque el intercambio de roles de género o el fetichismo también se asocian con frecuencia al juego de roles.