Comer es un placer, tanto para el cuerpo como para la mente. Cuando no alimentamos se desencadenan toda una serie de reacciones químicas cerebrales relacionadas con el placer y los sistemas de recompensa; de ahí que, en algunas ocasiones, ciertos alimentos o comidas pueden llegar a desencadenar una adicción.
Sin embargo, esto no suele ocurrir con todos ellos. Existen algunos alimentos que, debido a su composición y sus características particulares, hacen a la persona más susceptibles de convertirse en adicta a ellos. Con el objetivo de conocer cuáles son, en este artículo descubriremos los 7 alimentos más adictivos que existen en el mercado.
¿Existe la adicción a la comida?
Por supuesto. Aunque es un término relativamente novedoso, la adicción a la comida puede llegar a convertirse en un trastorno de la alimentación similar a la bulimia o al trastorno por atracón. En todos ellos la persona ingiere alimentos de manera compulsiva y poco saludable.
Esta adicción a los alimentos suele estar relacionada con la “comida basura” y los alimentos ultraprocesados y con altos niveles de grasas. Una persona puede ser adicta a este tipo de comida de la misma manera que ocurre con cualquier tipo de adicción.
Esto ocurre porque implica las mismas áreas del cerebro, los mismos neurotransmisores y en todas ellas los síntomas de la adicción son muy similares.
Los alimentos procesados y la “comida basura” ejercen un potente efecto en los centros de recompensa del cerebro, dentro de los cuales la dopamina es el neurotransmisor principal y más importante.
Esto significa que la adicción a la comida no es una cuestión de debilidad psicológica o de falta de voluntad. Sino que se trata de una adicción seria en la que la persona puede llegar a perder el control sobre sus actos, todo ello a causa de las reacciones químicas del cerebro.
Como ya hemos dicho, hay algunos alimentos que se encuentran más estrechamente relacionados con este tipo de adicción. La comida “basura” o “chatarra”, los alimentos procesados industrialmente o la comida rica en grasas, como las pizzas o hamburguesas, suelen ser el objeto principal de esta adicción.
7 ejemplos de alimentos adictivos
En la actualidad, nos encontramos rodeados de una gran variedad de alimentos que pueden convertirse en potencialmente adictivos si los incluimos en nuestra dieta de manera deliberada.
Este hecho es conocido por las empresas de comida rápida y productos alimentarios procesados, los cuales buscan que los consumidores adquieran cada vez más sus productos, sin importarles si esto puede llegar a ser dañino para la salud de estos.
La mejor manera de evitar esta adicción es no consumir estos productos y, para ello, necesitamos estar bien informados. A continuación, destacamos 7 ejemplos de alimentos o grupos de alimentos que pueden resultar adictivos y, como consecuencia, perjudiciales para la salud.
1. Snacks procesados
La mayoría de snacks industriales y procesados son el ejemplo paradigmático de comida adictiva. Estos snacks o tentempiés contienen gran cantidad de carbohidratos y están elaborados generalmente con excesos de azúcar, grasas o sal, lo que hace que sean tentadores e irresistibles a la hora de comer.
Dentro del grupo de los snacks procesados son las patatas fritas de bolsa, que podemos adquirir en tiendas y supermercados de cualquier tipo, las que tienen una mayor tasa de adicción. No obstante, el consumo excesivo de cualquier tipo de snack de este tipo puede desencadenar una adicción y enfermedades físicas como obesidad o colesterol, entre otros.
2. Alimentos grasos
Existen una gran variedad de alimentos grasos que resultan altamente adictivos para las personas. Entre los más populares encontramos la pizza, el pollo asado, las patatas fritas, el bacon, las hamburguesas con queso, los kebab, el queso y los huevos.
Todos estos alimentos resultan precisamente peligrosos por tener grandes cantidades de grasa, especialmente la pizza o las hamburguesas procedentes de restaurantes de comida rápida, también llamada comida “basura” o “chatarra”.
Se ha demostrado que la comida “basura” genera en nuestro cerebro una adicción parecida a la de las drogas.
3. Frutos secos
Si bien es cierto que, en su justa medida, los frutos secos resultan beneficiosos para la salud y aportan un gran cantidad de nutrientes esenciales, cuando estos se procesan, añadiendo aceites y altas cantidades de sal, pueden ser perjudiciales para la salud y generar una adicción.
Probablemente, las pipas de girasol son el fruto seco más adictivo, debido a su sabor sabroso y salado. En la actualidad se comercializan todo tipo de pipas con sabor agregado que las hace aún más adictivas.
Otros tipos de frutos secos que pueden causar gran adicción son: los pistachos, los anacardos, las avellanas, las nueces, las almendras, los piñones y el maíz tostado.
4. Alimentos dulces
Además del contenido en grasas, el azúcar de determinadas comidas también ejerce un potente papel adictivo. Entre los principales alimentos dulces o azucarados que causan adicción encontramos: los pasteles y la repostería en general, el chocolate y derivados, las galletas de todo tipo, la bollería industrial y las barritas energéticas.
Si pensamos en un ejemplo de alimento dulce y conocidamente adictivo este es, por excelencia, el chocolate. Casi cualquier alimento elaborado con este ingrediente puede generar adicción debido al sabor placentero del chocolate, el azúcar y generalmente la cantidad de elementos artificiales que se añaden durante el proceso de refinamiento del chocolate.
5. Refrescos y bebidas carbonatadas con azúcar
Los refrescos y las bebidas carbonatadas constituyen algunos de los alimentos más adictivos que existe. Este tipo de bebidas está elaborada con gran cantidad de elementos artificiales añadidos y grandes cantidades de azúcar.
6. Palomitas para microondas
Las palomitas de maíz merece un apartado distintivo, ya que como alimento no se considera ni fruto seco ni cereal. Además, también poseen un fuerte potencial adictivo, y aunque su consumo se suele limitar tradicionalmente al cine y otros espectáculos de ocio, la invención de las palomitas para microondas ha hecho que estas sean consumidas en cantidades todavía más grandes.
Todos hemos experimentado la adicción que crean estos pequeños granos de maíz inflado cuando no podemos parar de comerlos. Su sabor salado y característico y la facilidad con la que se comen son algunas de las razones por las que resultan tan adictivas. Además, en la actualidad se comercializan con distintos sabores y colorantes distintos, lo que les hace aún más adictivas.
7. Helados
Los helados siempre se nos han antojado adictivos y no solamente en verano. De nuevo, el azúcar, el chocolate y en general los sabores cremosos y empalagosos son los responsables del fenómeno adictivo.