Imagina escuchar un sonido en tu oído, un timbre o siseo constante que no te permita ni siquiera conciliar el sueño durante el resto de tu vida. Eso es justamente lo que experimentan las personas que padecen tinnitus o acúfenos, una de las afecciones más desconocidas por la población y que más malestar provoca a quien la padece.
Los profesionales de la salud coinciden en que los acúfenos no son una enfermedad sino un síntoma que puede deberse a varias causas, entre las que puede estar una enfermedad determinada, un traumatismo o los efectos secundarios de haber tomado ciertos medicamentos que puedan ser perjudiciales para el oído.
A continuación definiremos con más detalles qué es el tinnitus, cuáles son sus características principales, sus causas y su tratamiento para intentar esclarecer un poco más acerca de este curioso malestar.
El tinnitus (o acúfenos) es un fenómeno auditivo consistente en la percepción de estímulos en el oído que no proceden de ninguna fuente externa. Este tipo de afectación puede percibirse por el paciente mediante estímulos distintos que pueden convertirse en un auténtico calvario por un tiempo prolongado que incluso puede durar toda la vida.
La gente que padece o ha padecido este tipo de afección suele decir que lo que ellos experimentan un zumbido, un timbre, un campanilleo o un siseo en el oído. Otros aseguran que su experiencia es parecida a un click constante, o bien a un pitido.
Lo cierto es que no hay unos síntomas establecidos para este malestar: el tipo de experiencia que se tiene suele cambiar de un paciente a otro y su diagnóstico depende precisamente de lo que el paciente esté percibiendo en ese momento de manera subjetiva.
Los acúfenos también pueden percibirse a modo de ruido blanco, de canto de grillo o de latidos -fenómeno conocido como tinnitus pulsátil, caracterizado por la percepción del propio pulso sanguíneo.
Además de eso, normalmente se coincide en indicar que estos estímulos suelen ser graduales y pueden presentarse de manera continua o intermitente. Sea como sea la forma en que se percibe, todas las personas que lo sufren coinciden en señalar lo inaguantable que resulta este fenómeno y lo difícil que resulta acostumbrarse a él.
Entendemos como tinnitus cualquier sonido percibido en los oídos o en la cabeza que solo oiga el paciente. Este estímulo puede percibirse en un oído o en ambos y es habitual que acabe provocando depresión o ansiedad en la persona y que le dificulte notablemente la concentración a la hora de realizar cualquier tipo de actividad.
Se estima que aproximadamente entre un 10 y un 15% de la población padece este problema, sin embargo la mayoría de los afectados lo toleran y pueden llevar una vida relativamente normal. No obstante, existe un 1% o 2% dentro de ese grupo de personas con acúfenos para las que la experiencia no es aguantable y pueden incluso acabar suicidándose para terminar con el sufrimiento.
Como se ha indicado, las causas de los acúfenos no son siempre las mismas en todos los pacientes. Entre las posibles causas encontramos los traumatismos craneoencefálicos, las infecciones o el taponamiento de los oídos, padecer estrés, el síndrome de Ménière y estar expuesto de manera prolongada a ruidos fuertes, entre otras.
Podemos clasificar el tinnitus en dos tipos, el subjetivo y el objetivo, en función de si el estímulo percibido existe fuera del paciente o no.
El tinnitus subjetivo es el más común y la mayoría de veces suele estar causado por una pérdida de audición que puede tener su origen en una exposición prolongada a ruidos fuertes.
Es precisamente por eso que muchos artistas o músicos tienen ciertas posibilidades de acabar desarrollando este tipo de acúfenos. Es el caso de los cantantes Lars Ulrich y James Hetfield, del grupo Metallica, así como de Beethoven, Liza Minnelli o Barbra Streisand.
En aproximadamente un 30% de los casos de tinnitus subjetivo este es influenciado por el sistema somatosensorial y pueden darse en este caso fenómenos como que el paciente mueve los músculos de la cara, la cabeza o el cuello y el estímulo se reduzca y desaparezca.
Los acúfenos objetivos pueden ser detectados por otra persona y suelen ser causados por un problema físico del oído como por ejemplo un espasmo involuntario del aparato auditivo o problemas relativos a la circulación sanguínea de esa zona.
Este tipo de tinnitus puede estar causado también por emisiones otoacústicas involuntarias, es decir, sonidos débiles emitidos desde el interior del oído relacionados con la vibración del tímpano.
El tratamiento del tinnitus solo es posible cuando tiene una causa subyacente, es decir, cuando está causado por algún otro problema médico; en esos casos puede haber mejora.
En los casos en que no tenga ninguna causa aparente los únicos tratamientos que se pueden llevar a cabo son el tratamiento psicológico y el farmacológico, aunque el último no cuente con las evidencias necesarias.
Además de eso, dependiendo del estado en que se encuentre la dolencia del paciente los acúfenos podrían tratarse mediante aparatos auditivos.
Uno de los tratamientos más aplicados a personas con acúfenos es la terapia cognitivo-conductual, que puede realizarse con el paciente de manera presencial o telemática.
Este tipo de terapia permite reducir el estrés y la ansiedad y proporciona una serie de herramientas al paciente para que pueda vivir con el malestar provocado por el tinnitus de la mejor manera posible.
Pese a que hay numerosos medios que afirman que la administración de medicamentos en forma de pastillas o gotas puede ser un remedio para el tinnitus, no existe evidencia científica de que el tratamiento farmacológico sea efectivo en este tipo de casos.
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