Mucho cuidado con los mensajes sospechosos que te llegan al WhatsApp, incluidos los de tus "hijos". La Policía Nacional ha alertado de un nuevo timo a través de la conocida aplicación. En esta ocasión, los estafadores se hacen pasar por un familiar muy cercano para intentar quitarte hasta 3.000 euros.
No nos cansamos de repetir que las estafas a través del móvil pueden llegar de muchas formas distintas. Los ciberdelincuentes saben que algunas de sus estrategias se han vuelto muy conocidas y ya no funcionan con la mayoría de los usuarios.
Es por eso que buscan otro tipo de técnicas con las que pasar desapercibidos. Te contamos en qué consiste la última campaña de estafa detectada en España: se hacen pasar por tus hijos.
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En esto consiste la nueva estafa a través de WhatsApp
El cuerpo de seguridad del Estado ha avisado a través de sus redes sociales de la última modalidad de estafa con la que podrían quitarte el dinero. "No pagues, no piques", han aconsejado los agentes.
No es la primera vez que WhatsApp sufre una "invasión" de mensajes fraudulentos por parte de grupos delictivos. Esta vez, las principales víctimas del timo han sido los padres y las madres.
Para llevar a cabo la operación, los timadores escriben a los usuarios a través de la plataforma de mensajería, haciéndose pasar por su hijo. Al tratarse de un número desconocido, las víctimas no lo tienen guardado en su lista de contactos.
Para no levantar sospechas, el supuesto "hijo" detalla que se ha tenido que cambiar de número de teléfono porque su antiguo móvil ha dejado de funcionar y no tiene acceso a la tarjeta SIM.
Los timadores te pueden pedir hasta 3.000 euros
Una vez la víctima confía en que realmente se trata de su propio hijo o hija, los ciberdelincuentes pasan a la segunda parte del plan: pedir el dinero. Los timadores, que todavía están metidos en el rol de hijo, piden al progenitor si les puede hacer una transferencia bancaria de su parte, ya que "no tiene la tarjeta a mano".
A continuación, proceden a compartir los datos de la cuenta bancaria a la que se debe abonar el importe. La sorpresa viene cuando los padres descubren la cuantía solicitada que, en el caso compartido por la Policía Nacional, llega a ser de 2.900 euros.
Como suele ocurrir en estos casos, los ciberdelincuentes transmiten cierta urgencia e inmediatez en sus mensajes para acaparar la atención de la víctima. Así mismo, le aseguran que le retornarán el dinero, tan pronto vuelvan a tener la tarjeta en mano.
Ingeniería social: el gancho con el que intentan estafar
Tal como recoge la empresa de ciberseguridad Avast, este tipo de prácticas son conocidas como ingeniería social. El término hace referencia al uso de "técnicas psicológicas" para engañar y dirigir el comportamiento de las personas. Esto, trasladado a las ciber-estafas, equivale a la manipulación para conseguir información privada, como datos bancarios o claves de acceso.
Se trata de una maniobra muy empleada por los ciberdelincuentes, tal y como hemos podido comprobar con este caso. "Hay muchos sesgos cognitivos que los atacantes pueden explotar en su beneficio, robando los datos privados de las víctimas delante de sus narices", reconocen desde Avast.
Según la compañía de seguridad, la mejor forma de no caer en estos timos es saber detectarlos. Así pues, ante la duda, desconfía siempre de los mensajes sospechosos. Investigar la fuente de origen o fijarte en los detalles del texto pueden ayudarte a desenmascarar estos fraudes antes de que sea demasiado tarde.