A diario los consumidores estamos expuestos a prácticas fraudulentas por parte de grupos delictivos. Paradójicamente, muchas de estas actuaciones son socialmente aceptadas, considerándose parte de una picaresca malentendida. Sin embargo, las consecuencias no suelen ser muy agradables para las personas que las sufren.
Venta de productos con existencias limitadas o que nunca llegaron a existir, falta de información básica sobre productos, cobros indebidos, estafas financieras... Los timadores utilizan infinitas estrategias para robar dinero a los ciudadanos.
Una de las operaciones fraudulentas más habituales está relacionada con el suministro de gas. Nos podemos encontrar con prácticas abusivas tanto en temas de revisiones e incluso en el mismo cobro de la bombona que nos llevan a domicilio. Te contamos cómo evitar este tipo de fraudes, y en el caso de que sucedan, cómo solventarlos.
En esto consiste el timo de la goma de butano
Una de las tácticas más usadas es conocida como el "timo de la goma de butano". En la mayoría de los casos, las víctimas suelen ser personas mayores que viven solas y se muestran confiadas. Se presenta en el domicilio un supuesto revisor del gas que enseña una acreditación falsa.
El individuo empieza argumentando la obligatoriedad que tiene el propietario del inmueble de mantener en buenas condiciones su instalación y el riesgo que supone el deterioro de cualquiera de los elementos que la componen. Así mismo, el supuesto operario convence al usuario para que le deje entrar y hacer la revisión.
Para justificar la utilidad de su servicio suelen sustituir algún elemento de la instalación. Normalmente se trata de la goma o manguera que une la bombona con la instalación, aduciendo que está en mal estado o caducada.
Tras esta operación, el usuario agradecido por haberle evitado ser víctima de una intoxicación por inhalación de gas o una explosión, le abona la cantidad que el falso revisor le requiere.
Sin embargo, se trata de una revisión que carece de validez. Incluso puede poner en entredicho su seguridad al haberse manipulado algunos elementos de la instalación por personal no cualificado.
Si recibes una carta sospechosa, ignórala
En algunas ocasiones, para predisponer a los usuarios a aceptar sus servicios y contrarrestar los recelos que estos puedan tener, los estafadores dejan cartas en los buzones de los usuarios.
En ellas, advierten que en unos días un operario se pasará por su domicilio para hacer la revisión. En la misiva suelen utilizar los logotipos de las empresas suministradoras de gas y mencionar que son entidades colaboradoras de las mismas.
¿Cómo evitar este tipo de estafas?
Para evitar ser estafados por los falsos revisores del gas, los usuarios debemos saber que:
⦁ Es nuestra obligación mantener en perfecto estado de conservación la instalación receptora de gas, para lo cual deberemos revisarla periódicamente cada 5 años.
⦁ Podemos acudir libremente a cualquier empresa instaladora autorizada por la administración competente. La elección es nuestra. Es conveniente consultar precios y desconfiar de quien llame a nuestra puerta ofreciendo estos servicios sin que se hayan solicitado.
⦁ Estamos en nuestro derecho de exigir la presentación de documentación acreditativa a aquellas personas que se presentan en calidad de revisores o instaladores.
⦁ Solo serán válidos, a efectos de revisión, los servicios prestados por empresas e instaladores autorizados por la correspondiente administración competente.
⦁ Una vez realizada la revisión, el instalador extenderá un certificado acreditativo por triplicado cuyo original corresponde al usuario, quien deberá hacer llegar una copia a la empresa suministradora.
⦁ Siempre debemos solicitar factura de las cantidades abonadas, ya que es fundamental en caso de que haya que presentar una reclamación.
El abuso de la propina por la bombona
Se ha generalizado el cobro, por parte de numerosos repartidores de bombonas, de una cantidad añadida. Normalmente es en concepto de propina, al precio establecido oficialmente por este producto.
Los usuarios suelen abonar esta cantidad por desconocimiento del precio real de la bombona o por evitar el enfrentamiento con el repartidor. Sin embargo, debemos saber que estamos ante una práctica irregular.
¿Qué hacer si nos exigen el pago de una propina?
Los distribuidores autorizados tienen la obligación de suministrar el producto en la puerta del domicilio del consumidor por el precio oficial publicado en el BOE. La propina es un acto voluntario por parte de los usuarios, es más, estos tienen derecho a que le devuelvan íntegramente el cambio, aunque este sea 1 céntimo.
Si somos víctimas de este abuso, podemos denunciar al repartidor ante nuestro distribuidor autorizado. No obstante, si este no aplica las medidas oportunas para la corrección de la situación, debemos ponerlo en conocimiento de la empresa distribuidora correspondiente.