Este 2023 han entrado en vigor las subidas de las pensiones (8,5%) y del Salario Mínimo Interprofesional (8%). Se trata de las medidas del Gobierno para combatir los efectos de la inflación. Pero estas subidas tendrán como consecuencia uno de los mayores incrementos del IRPF.
Hacienda no tiene ninguna intención de corregir la variación del IRPF para adaptarlo a la inflación. El departamento que dirige María Jesús Montero estima imprescindibles los más de 100.000 euros que recaudará este año. Con ellos se financiará la recaudación del IVA en la luz, el gas y los alimentos.
El departamento admite que se trata de la subida impositiva más alta de la historia, pero también recuerda que no será para todos igual. Los más beneficiados serán las rentas bajas, que ahorrarán hasta 600 euros. Las medias y altas, en cambio, llegarán a perder más de 600 con la diferencia.
Las rentas bajas, más beneficiadas
El departamento de Hacienda ha destacado la importante rebaja del impuesto de la renta para los que menos ingresan. Así, un contribuyente con un salario anual de 18.500 euros obtendrá un beneficio fiscal de 600. Una cantidad bastante superior a los 35 euros que ofrecen algunas comunidades.
Los más perjudicados son las rentas altas y medianas, que además de perder poder adquisitivo se enfrentan a un subidón del IRPF. Un informe reciente pone el ejemplo de un contribuyente que gana 26.000 euros anuales. Con la revalorización de las pensiones ha pasado a ganar 28.210 euros al año.
En este caso, antes pagaba un porcentaje real del IRPF del 15% (3.910 euros), y ahora pasa a pagar un 16,21% (4.572 euros). Por lo tanto, la subida de la pensión le conlleva un aumento de más de 600 euros en impuestos. La diferencia entre subir o adaptar el IRPF supone unos 330 euros.
Hacia una subida histórica del IRPF
El IRPF suele subir de manera progresiva cuando hay un incremento salarial que aumenta el poder adquisitivo. El problema es que en este caso el aumento de las pensiones y los salarios responde a la subida de la inflación. En la práctica esta subida no supone un aumento de la capacidad adquisitiva.
En este caso lo más recomendable es la deflactación, es decir, la adaptación del IRPF a la baja para evitar el doble castigo a los contribuyentes. Por un lado pierden poder adquisitivo (ya que los salarios suben pero menos que la inflación). Y por otro lado tienen que hacer frente a una subida de los impuestos.
La previsión es que el porcentaje real de lo que pagan los contribuyentes a Hacienda suba este año hasta un máximo histórico. El IRPF ya iba al alza durante 2021 y 2022, pasando del 13% al 14%, y seguirá subiendo este año. El aumento de las pensiones y del SMI hará que se pague más que nunca.
Rebajas y exenciones del IRPF
El 1 de enero de 2023 entraron en vigor también los ajustes fiscales para beneficiar a las rentas más bajas. Se reduce el IRPF para las rentas inferiores a los 21.000 euros brutos anuales. El Gobierno estima que esta rebaja beneficiará a la mitad de los asalariados, además de otra ventaja.
Y es que se ha subido el listón de ingresos a partir de los cuales se empieza a pagar el IRPF. Hasta ahora estaban obligados a hacer la declaración de impuestos los ingresos superiores a 14.000 euros, y ahora pasa a 15.000. Muchos de los que sí estén obligados, notarán la subida impositiva.
Hay que recordar que también se ha aplicado la supresión del IVA del 4% de los alimentos básicos durante seis meses. Además, se ha aplicado una reducción del 5% de la tributación de los autónomos. Por otro lado se aumenta un punto, hasta el 27%, la tributación de las rentas superiores a 200.000 euros.