Tomar agua de jengibre puede cambiarte la vida y mejorar tu salud de forma notable. La mayoría ya sabemos que la salud empieza por cuidar nuestra alimentación, y es por eso que debemos controlar todo lo que ingerimos. Una dieta saludable y variada constituye uno de los pilares fundamentales para mantener nuestro organismo en óptimas condiciones.
Sin embargo, existe un alimento en particular que cada día está ganando más fama entre la gente, y es el jengibre. Pero ojo, porque si además lo consumes con agua... ¡Los beneficios que obtendrás serán muchísimos! Vamos a verlos a continuación.
El agua de jengibre: estas son las razones para que empieces a consumirlo
El agua de jengibre, también conocida como 'la infusión mágica', está siendo cada vez la opción favorita de muchas personas. Y es que cuando descubras las razones, empezarás a entender por qué.
Si hay algo que debemos destacar de este tubérculo, antes que nada, son sus propiedades nutricionales. El jengibre, que es una planta originaria de Asia Central y el Sudeste Asiático, presenta muchos beneficios para nuestro organismo.
Por cada 100 gramos que consumamos, obtendremos vitaminas, carbohidratos y proteínas. Además, también está repleto de minerales, siendo los más destacados el magnesio, el potasio, el fósforo y el hierro.
Tradicionalmente se ha utilizado como planta medicinal, y es algo que no debería extrañarnos, sobre todo si tenemos en cuenta la cantidad de beneficios que puede aportarnos.
Algunos beneficios asociados a su consumo
Entre sus propiedades podemos destacar su función para prevenir las náuseas, aliviar los dolores articulares, musculares y de inflamación. También es ideal para regular los niveles de azúcar en sangre y colesterol.
Y no solo eso, porque consumir jengibre también está indicado para combatir determinadas infecciones, promover la salud de nuestro sistema digestivo e, incluso, prevenir el crecimiento del cáncer.
Si bien es cierto que existen muchas formas de consumirlo, hoy queremos hacer especial mención al agua de jengibre. Esta infusión es ideal para tomar en cualquier estación del año, ya que se puede consumir fría o caliente.
Lo ideal, eso sí, es tomarla cada mañana en ayunas. Si todavía no la has probado o te gustaría hacerlo, a continuación te explicamos paso por paso lo que necesitas tener a mano. ¡Toma nota!
Ingredientes y modo de preparación
Para disfrutar de esta magnífica infusión, necesitarás tener en tu cocina lo siguiente: 1 litro de agua, 2 cucharadas de jengibre (fresco o rallado), 5 gramos de miel, 2 rodajas de limón y menta fresca.
El primer paso será poner el agua a calentar, y mientras empieza a hervir, podemos aprovechar para añadir el jengibre. A medida que esté más caliente, puedes ir añadiéndole el resto de ingredientes. Deja la mezcla durante 10 minutos, y por último, añádele la miel.
Como puedes ver, la preparación es rápida y sencilla. Una vez esté lista, puedes optar por colar el líquido y una de dos: conservarla en la nevera y tomarla fría, o consumirla en caliente. Podrás disfrutar de su sabor de ambas formas.
Si decides incorporar esta infusión a tu dieta, verás como poco a poco empiezas a obtener resultados. Conforma vayas consumiéndola, tu cuerpo lo notará ¡y empezarás a beneficiarte de sus propiedades!
Además, si todavía no lo has hecho, empezar a consumirla en esta época del año es ideal. Otra de las propiedades que tiene el jengibre es su capacidad para aliviar resfriados y otras afecciones respiratorias.
Son precisamente, sus propiedades antifúngicas, las responsables de paliar este tipo de síntomas. Por lo tanto, si consumes agua de jengibre, tu organismo será capaz de inhibir la proliferación de ciertas bacterias y virus que puedan ocasionar resfriados, gripes o neumonías.
Es imposible cuestionar los beneficios que el jengibre puede aportar a nuestro organismo, y lo mejor de todo, es que podemos consumirlo de muchas formas. No lo dudes y pruébalo, ¡te encantará!