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Médico pasando una consulta a un paciente

Los síntomas silenciosos del cáncer de pulmón que deberías tener muy controlados

Detectarlos a tiempo puede salvarnos la vida

Tan solo en nuestro país, más de 29.000 personas serán diagnosticadas de cáncer de pulmón al año. Estas cifras, las cuales son verdaderamente alarmantes, parecen ir en aumento. Y es que no debemos olvidarnos que se trata del tercer tumor más frecuente a nivel mundial.

Aunque nadie está exento de poder enfermar, lo cierto es que existen hábitos saludables que pueden ayudarnos a reducir el riesgo. Así mismo, también es importante prestar atención a determinados síntomas que podrían hacernos sospechar y ponernos en alerta. Vamos a verlos a continuación.

Estos son los síntomas de cáncer de pulmón: No los pases por alto

El cáncer de pulmón, como su propio nombre indica, es un tipo de tumor que afecta a los tejidos de los mismos. Generalmente suele incidir en las células que recubren los conductos de aire, aunque es importante remarcar que existen diferentes tipos de este cáncer.

A grandes rasgos podemos decir que este tumor presenta una elevada mortalidad en España, y por tanto, conviene conocer más sobre él. En este sentido, y a pesar de los últimos avances médicos y científicos, la cifra de afectados sigue siendo dramática.

Una persona que desarrolla cáncer de pulmón puede padecer una serie de síntomas, y es habitual que al principio incluso no sospeche de ellos. Por esta razón, a continuación vamos a repasar aquellos que son más comunes, y de los cuales debes prestar más atención.

Un hombre agarrándose fuerte la barriga con las dos manos
Hay 9 síntomas que pueden estar directamente relacionados con el cáncer de pulmón | Getty Images

1. Tos con sangre

A priori puede parecer uno de los síntomas más alarmantes, pero lo cierto es que también es uno de los que más debería hacernos sospechar. Si vemos la presencia de sangre en nuestra tos (bien sea en moco o flema), es importante acudir al médico cuanto antes.

2. Dolor en el pecho

Aunque algunas personas relacionan este síntoma con un posible infarto o angina de pecho, lo cierto es que también podría deberse a otro tipo de patología, como es el cáncer de pulmón. En este sentido, si es constante y no desaparece, lo mejor es acudir al médico.

3. Problemas de habla

Si observas dificultades a la hora de hablar o articular palabra, convendría que lo consultases con el médico. Este síntoma, además de ser compatible con el cáncer de pulmón, también lo es con el de laringe o faringe, ya que son órganos involucrados en el habla.

4. Dificultad para respirar

Sentirnos exhaustos y presentar dificultad para respirar puede ser algo obvio cuando realizamos esfuerzos. No obstante, si este síntoma aparece durante actividades que habitualmente no nos cansan, podría ser una señal de alerta.

5. Pérdida de peso

Otro de los síntomas que más suelen hacernos sospechar es la pérdida de peso sin motivo aparente. Cuando esto ocurre (a menos que estemos haciendo dieta) es porque probablemente algo no vaya bien en nuestro cuerpo.

Mujer con un pantalón puesto de una talla mucho más grande
Perder peso sin motivo aparente es un indicador de que algo no anda bien | Getty Images

6. Anemia

Aunque se trate de un síntoma que también podría cursar en otras enfermedades, en lo que respecta al cáncer de pulmón también podría estar presente. De hecho, su presencia puede darse cuando existe una pérdida de sangre, debido a una posible metástasis.

7. Ronquera

Todos, en algún momento de nuestra vida, es probable que hayamos presentado alguna ronquera. Sin embargo, es importante remarcar que si esta persiste más allá de las tres semanas convendría consultarlo con el médico.

8. Fatiga

Tener fatiga, de por sí, no debería resultarnos alarmante. Ahora bien, cuando ese cansancio o debilidad nos acompaña de forma recurrente y sin hacer ningún esfuerzo, es hora de hacer descartes. En muchos casos, este síntoma suele aparecer al inicio del cáncer.

9. Tos persistente

Y por último, pero no menos importante, no debes obviar la tos persistente. Si bien es cierto que en algunas épocas del año puede ser habitual (como cuando estamos resfriados en invierno, por ejemplo), tener una tos que perdura durante más de tres semanas es una señal de alerta.