Por regla general, todas las personas que lleguen a los 65 años de edad en nuestro país pueden dar comienzo a su jubilación. Ahora bien, existen algunas excepciones en las que este plazo podría adelantarse. O lo que es lo mismo, se podría solicitar una jubilación anticipada.
La situación actual del sistema público de pensiones
Una de las cuestiones que actualmente se baraja dentro del Gobierno es la posibilidad de alargar el periodo de cotización. Dicho periodo, a día de hoy, abarca los últimos 25 años cotizados.
Este hecho, por una parte, ayudaría a paliar los inconvenientes con los que se encuentran miles de personas que, de forma involuntaria, han dejado de cotizar antes de jubilarse. Evidentemente, esta reforma no caería al gusto de todos, pues beneficiaría a este grupo de personas y, en cambio, perjudicaría a otras.
Por otra parte, habría otros dos grupos que claramente estarían en contra de dicha reforma. Por un lado los que conseguirían jubilarse a los 65 años, y por el otro los que aumentarían su base de cotización.
Estos detalles son importantes tenerlos presentes, ya que los últimos años trabajados (o en otras palabras, el último sueldo) es determinante para la pensión que se va a recibir.
¿Tienes claro lo que estás cotizando para tu jubilación?
Si queremos saber el importe que vamos a recibir, primero tenemos que saber cuál es nuestra base de cotización (salario bruto). De ese salario bruto, debemos saber que un tanto porciento se va de nuestra nómina cada mes. Todo ese dinero sería el que, posteriormente, se convertiría en nuestra pensión de jubilación.
Sin embargo, es muy probable que durante toda nuestra vida cambiemos de trabajo, y por lo tanto, tengamos varias bases de cotización. Y aquí es donde surge la gran duda: pero entonces... ¿Cuál se tendrá en cuenta? Pues, tal y como está establecido nuestro actual sistema de pensiones, cuentan los últimos 25 años cotizados.
Así pues, para obtener nuestra base reguladora, tendremos que contabilizar las bases de cotización de esos últimos 25 años (sumarlas) y dividir el resultado por las pagas extra que, en el momento de sumar las bases de cotización, deben prorratearse.
La cifra que obtengas de esta operación será la cantidad máxima que podrías llegar a cobrar cuando te jubiles. Eso sí, debes vigilar si sobrepasas o no los 2.820 euros.
Esto es importante tenerlo presente porque, entonces, estaríamos hablando de la pensión máxima. En este sentido, la ley establece que ese es el importe máximo que puedes cobrar.
Si al realizar esta operación la cifra que obtienes es superior, automáticamente el importe se reduciría al máximo estimado, es decir, a esos 2.820 euros. Pero para cobrar el máximo de la base reguladora se deben haber cotizado 36 años.
Por otra parte, aquellas personas que tengan al menos 15 años cotizados, tendrán derecho a cobrar la mitad de dicha base de cotización, que sería la pensión pública. Todos estos cálculos están sujetos a porcentajes que deben sumarse de forma progresiva, y que además están en constante variación.
Los cambios que plantean desde el Gobierno
José Luis Escrivá, ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, ha iniciado recientemente una rueda de conversaciones entre distintos agentes sociales. El objetivo de dichas reuniones está centrado en la reforma que se ha planteado para modificar el actual sistema público de pensiones.
Gobierno, empresarios y sindicatos han acordado reunirse para debatir los posibles cambios en cuanto al cálculo de las pensiones. Si bien es cierto que la ampliación del período para realizar el cálculo no se va a modificar (sigue siendo de 25 años), puede que estos se conviertan en flexibles.
Para ello, uno de los posibles escenarios que está encima de la mesa es la de ofrecer al trabajador la posibilidad de escoger la mejor cotización e incluirla en este último periodo.