Las pensiones de la Seguridad Social son prestaciones que cobran los trabajadores cuando no pueden trabajar. Esto cubre tanto las pensiones de jubilación, como las de viudedad y por incapacidad (accidente o enfermedad). Las pensiones se dividen en contributivas y no contributivas.
Las contributivas son aquellas en las que el beneficiario ha cotizado el mínimo para acceder a ellas. Las no contributivas son aquellas que perciben los trabajadores que no han cotizado el mínimo. Estas últimas se conceden a personas vulnerables que no disponen de recursos suficientes.
Las pensiones contributivas son concedidas por el Ministerio de Trabajo y van desde los 743,21 euros al mes (mínima) hasta los 3.085 (máxima). Las pensiones no contributivas están gestionadas por las comunidades autónomas. Además, hay una serie de pensiones que caducan.
Pensiones de la Seguridad Social que prescriben
La Seguridad Social informa que el derecho al reconocimiento de algunas pensiones puede prescribir a los cinco años. Se cuenta “desde el día siguiente al hecho causante, y aunque los efectos se produzcan tres meses antes a la fecha”. Las pensiones que caducan son todas excepto cuatro.
Las pensiones de jubilación, de viudedad, de orfandad y en favor de familiares no caducan. Eso no significa que no puedan verse interrumpidas, es decir, que también puedes perderlas. Puede ser por una reclamación extrajudicial del acreedor, una reclamación de la Seguridad Social o un expediente de Trabajo.
El derecho a las prestaciones puede caducar después de un año si no se han hecho efectivas. Esto sucede en el caso de prestaciones de una sola vez y de pago periódico. En ambos casos caduca “al año a contar desde el día siguiente de haber sido notificada en forma al interesado de su concesión”.
Cuándo te pueden quitar la pensión
Existen cuatro motivos diferentes por los cuales la Seguridad Social puede suspender el pago de la prestación no contributiva. El incumplimiento de alguno de los requisitos puede conllevar la retirada de la prestación. Estos son los motivos por los que puedes quedarte sin esta prestación.
- El primer motivo es superar el límite de ingresos establecidos en los requisitos para cobrar una pensión no contributiva. Las cuantías varían según la situación familiar del beneficiario. El límite más bajo es para los pensionistas que conviven con un cónyuge y unidades de convivencia con tres personas.
- También puedes quedarte sin la pensión por no declarar los ingresos de la unidad de convivencia los tres primeros meses del año. Todos los años, hasta el 31 de marzo, se deben presentar los ingresos. La administración se asegura así de que no se supera el máximo establecido.
- Si se produce algún cambio en los datos personales, el beneficiario tiene la obligación de comunicarlo a la administración. Si los cambios afectan a alguno de los requisitos exigidos para solicitar el subsidio, puedes quedarte sin la pensión. Es importante notificar el cambio en el estado civil o domiciliario.
- Finalmente, puedes perder la pensión si la Seguridad Social emprende una investigación y descubre alguna modificación relevante. Por eso es importante notificar lo antes posible cualquier cambio. La administración también puede solicitar a los pensionistas que abonen el importe cobrado indebidamente.
Qué hacer si me han quitado la pensión
Si has perdido el derecho a la pensión por un cambio de las condiciones que causaron el hecho, puedes recuperarla cuando vuelvas a cumplir los requisitos. Esto sucede, por ejemplo, en el caso del límite de ingresos. O cuando notifiques el cambio de las condiciones familiares o de domicilio a la administración.