El Gobierno aprobaba el pasado jueves un paquete de medidas que restringirá la jornada laboral de algunos trabajadores. Afectará principalmente a aquellos que desempeñen sus labores al aire libre y se vean expuestos a altas temperaturas. Se encuadra dentro del conjunto de propuestas del Plan Ola de Calor, que este año incorpora destacadas novedades.
La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, señaló que se trata de una variación del reglamento de prevención de riesgos laborales. Pretenden incluir en esa norma medidas concretas para adaptar el mercado de trabajo al cambio climático, publica El Español.
Con todo esto se persigue evitar percances como el ocurrido en 2022. Hace un año, un empleado de limpieza viaria falleció en la calle mientras realizaba su trabajo. El Gobierno debe acotar de la mejor forma posible cuándo no se podrá trabajar al aire libre. Solo así se evitará el conflicto entre la empresa y el trabajador.
¿En qué casos se limitará el trabajo?
Las compañías deben tener claro que ante una ola de calor, sus empleados no podrán realizar sus habituales tareas en exteriores. En la actualidad, el reglamento de prevención de riesgos laborales sí que contempla las temperaturas en interiores, pero no al aire libre.
Deben aclarar cómo actuar cuando se declare un aviso naranja o rojo por elevadas temperaturas. A lo largo del verano es habitual que los termómetros rebasen los 35 y 40 grados en el sur y centro peninsular. Lo que implica un serio riesgo para la salud de algunas personas. También es preciso que definan qué sucederá cuando haya fenómenos climatológicos adversos.
¿En qué situaciones se podrá trabajar?
El texto definitivo aún no se ha dado a conocer. Pero como recoge el citado medio, el Ejecutivo planteará dos situaciones distintas. En primer lugar cuando haya un calor extremo. Se pretende que no se desarrollen ciertas actividades a determinadas horas.
La segunda propuesta tendrá lugar cuando nos enfrentemos a avisos naranjas y rojos por parte de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). La intención es que las compañías disminuyan la jornada laboral de sus empleados, o que realicen una redistribución de la misma. En ese caso, una solución sería adelantar los horarios para que no se vieran tan perjudicados por el calor del mediodía y de la tarde.
Se trata de algo que ya se lleva a cabo en algunos sectores, como es el de la construcción. Su convenio incluye una jornada intensiva durante el periodo estival. En concreto del 11 de junio hasta mediados de septiembre. Las horas que no se cumplan se acabarán recuperando durante el resto del año.
Los sectores beneficiados por la reducción del horario
Lo más probable es que se vean afectados por esta medida un amplio número de colectivos. Entre ellos trabajadores de la construcción, agricultura, obra pública, limpieza viaria, hostelería o jardineros. Lo mismo ocurrirá también con los carteros, empleados de mensajería y de reparto de comida.
Entre los profesionales que también desempeñan sus labores al aire libre también están los guías turísticos o animadores de hoteles. Además, se esperan cambios en la norma pensando en aquellos que trabajan en interiores y con unas temperaturas muy altas. Es lo que sucede con panaderos, cocineros, soldadores o trabajadores de la industria.
Como es lógico en toda norma, también habrá una serie de excepciones. Aquellos empleos considerados de esenciales no se verán afectados por el cambio del reglamento. Nos referimos sobre todo a sanitarios, bomberos, policías, agentes forestales o socorristas.
Desde Trabajo tiene previsto obligar a las empresas para que tomen medidas concretas en este sentido. Entre otras cosas que doten al personal de prendas ligeras y transpirables.