Que se hable de los brazos de Doña Letizia no es nada nuevo. Son el centro de miradas en muchas ocasiones y han ocupado múltiples publicaciones. Y es que la reina consorte cuida muchísimo su físico, y sus brazos están especialmente tonificados.
Tanto sorprende esto que medios de todo el mundo se han hecho eco, intentando siempre adivinar el secreto que se esconde detrás de estos. En la mayoría de los casos se ha apostado por el deporte, pero con este solo no bastaría. Ahora, en su ruta por toda España, la propia Letizia ha confirmado el detalle de su dieta que muchos sospechaban y que sería el secreto de su aspecto.
Ejercicio sí, pero acompañado de dieta con restricciones
La reina se cuida muchísimo y entrena con disciplina y devoción en el gimnasio de Zarzuela. Su rutina combina yoga, bicicleta estática y zumba con ejercicios específicos para cada zona del cuerpo. Según El Español, siempre que le preguntan por el secreto de sus brazos ella recomienda fondos de tríceps en la pared.
Y es cierto que estos fondos, junto con el resto de deporte que practica a diario, tienen mucho que ver en su aspecto, pero no sería posible sin acompañarlo por una alimentación adecuada. El problema de los brazos en la mayoría de casos es la flacidez, y para controlarla se deben evitar ciertos alimentos.
En concreto, Letizia no consume azúcar. Y eso no es algo que digan por ahí sin ser corroborado, sino que ella misma lo confirmó hace unos días durante su visita a Benidorm, en una heladería donde preguntó si tenían helados sin azúcar. «Nosotros en casa no comemos azúcar», dijo, y se interesó también por el tipo de edulcorantes con que elaboraban las versiones dietéticas.
Así, se confirma un dato sobre el que muchos habían especulado. Y es que Letizia no solo sigue una dieta equilibrada general, sino que también ha restringido la ingesta de ciertos alimentos que no son 100% saludables.
Según expertos nutricionistas, evitar el azúcar es fundamental porque es uno de los grandes causantes del envejecimiento prematuro de la piel. Su consumo provoca el proceso de glicación, que daña las fibras de colágeno y elastina de la piel, responsables de dar el aspecto juvenil, firme y elástico a la piel. Y, aunque en general se hablen de los beneficios de evitarlo para la piel del rostro, también es muy importante para asegurar la bonita apariencia de la del resto del cuerpo.