Cepsa, Repsol, Galp y BP tienen motivos para preocuparse. En cuestión de muy poco tiempo las gasolineras españolas podrían ser víctimas, una vez más, de un nuevo revés.
Cuando parecía que el precio de los carburantes se había estabilizado, los expertos anuncian nuevos incrementos. Es un tema que afecta no solo a los conductores, también salpica a otros sectores, que se ven obligados a elevar sus costes.
Desde hace algo más de un año se viene experimentando importantes fluctuaciones. Las mayores subidas se experimentaron a raíz de que estallara el conflicto en Ucrania. Se llegaron a alcanzar tarifas récord que obligaron al Estado a intervenir, llegando a ofrecer una bonificación de 20 céntimos por litro.
Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, el coste del combustible queda condicionado a distintos factores. Entre ellos la cotización internacional del petróleo, los impuestos, la cotización del euro respecto al dólar o el margen de distribución y comercialización.
¿A qué se debió el repunte en el precio de los combustibles?
El precio de los carburantes sufrió una importante subida a partir de que estallara la guerra. Eso dio lugar a que se produjeran fuertes tensiones geopolíticas con Rusia, lo que contribuyó al aumento de los costes. En febrero del año pasado, el barril Brent de petróleo superó la barrera de los 100 dólares, publica El Ideal.
Pero no sería hasta marzo cuando se llegó a los valores máximos, con el barril a 129,49 dólares. Eran las cifras más altas desde 2014. Esa tendencia al alza se mantuvo hasta julio, cuando los precio empezaron a dar un respiro y a estabilizarse.
De hecho, durante este 2023 todavía no se ha superado la barrera de los 90 dólares por barril. En marzo alcanzó los 73,06 dólares, lo que contribuyó a que la gasolina y el diésel alcanzaran los 1,60 y 1,50 euros el litro. Atrás quedaba ya la etapa en la que se había sobrepasado los 2 euros el litro.
Los motivos por los que subirá el combustible
Ahora, la gran duda reside en saber cuánto tiempo se mantendrán así los precios. La analista financiera y de mercados de Bankinter, Pilar Aranda, cree que nos encontramos ante un momento de pausa. Considera que los precios del crudo irán subiendo a lo largo de los próximos meses.
Sobre todo porque los factores que provocaron en su día el alza, todavía siguen estando vigentes. Además, detalles que contribuyeron a la reducción de los precios, como la caída de los tipos o el temor a un parón económico van desapareciendo.
Con todo esto, la economía sufre una reactivación que provocará una mayor demanda por parte de los usuarios. Esto dará como resultado también un aumento de la demanda del petróleo.
Habrá que estar muy atentos, además, al movimiento que realicen los grandes productores. Para que el barril no caiga por debajo de los 70 dólares procederán a disminuir la producción. Por lo tanto, se ofertará una menor cantidad y eso afectará al precio final que irá en aumento.
La experta indica que en los mercados internacionales hay un cierto desprecio al petróleo ruso. Todo esto cuando hay tres millones de barriles procedentes de este país y pendientes de darles salida. Augura una escasez de este material que también repercutirá en los precios.
En último lugar también hay que hacer mención que nos acercamos a una temporada de muchos desplazamientos. La llegada del verano movilizará a millones de personas, sobre todo en Europa.
Esto desencadenará que haya un incremento de la demanda y de consumo de los carburantes. Por lo tanto, se dan todos los condicionantes para que las gasolineras vuelvan a elevar sus precios en cuestión de semanas.