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Mujer sonándose los mocos con un pañuelo

Rinitis: síntomas, tratamiento y relación con la sinusitis

La rinitis es un problema respiratorio que se relaciona con la sinusitis. Descubre cómo tratarlo.

La rinitis afecta aproximadamente al 20% de la población y puede ser de tipo alérgico o no alérgico. Mientras que la rinitis alérgica es la categoría más común de rinitis y la que puede llegar a cronificarse con mayor facilidad, la rinitis no alérgica es infecciosa y puede transmitirse mediante el contacto.

A continuación explicaremos más detalladamente qué es la rinitis, qué síntomas causa y qué tratamientos se utilizan  para curar esta patología. Además hablaremos de las diferencias entre la rinitis alérgica y la no alérgica, así como de la relación entre esta enfermedad y la sinusitis.

¿Qué es la rinitis? Definición, tipos y causas

La rinitis es una afección de tipo respiratorio que se caracteriza por una inflamación del tejido mucoso que hay en la nariz. Por otro lado, la palabra rinitis también se utiliza como término inespecífico que incluye tanto infecciones y alergias como otros tipos de afecciones cuyos síntomas se ubican en la nariz (indiferentemente del tipo de signos característicos).

En la rinitis como tal las membranas mucosas se infectan o se irritan, produciendo secreción, congestión e hinchazón de dichos tejidos. La forma más común de rinitis infecciosa es el resfriado común.

La rinitis puede diferenciarse en dos tipos: la rinitis alérgica y la rinitis no alérgica. La rinitis alérgica también puede llegar a comportar una manifestación crónica de los síntomas. La rinitis alérgica es causada por alérgenos como el polvo o el polen y, en cambio, la no alérgica es provocada por otro tipo de afecciones tales como el resfriado común.

A diferencia de la rinitis alérgica, la rinitis no alérgica se puede transmitir mediante el contacto (al toser, estornudar, etc.). El tipo alérgico suele comorbilizar con otras afecciones como el asma, la sinusitis, la otitis media, la disminución del olfato y del gusto, la hipertrofia linfoide y la apnea del sueño, así como problemas relacionados con el sueño en general.

Es importante recalcar que  la mayoría de las rinitis que son causadas por resfriados comunes  (rinitis no alérgicas) tienen altas probabilidades de recuperación total en aproximadamente una semana. Las complicaciones son inusuales, pero si se producen pueden incluir sinusitis (inflamación de los senos nasales) e infecciones bacterianas. La rinitis alérgica por lo general también se puede tratar de manera muy efectiva.

Relación con la sinusitis

La relación entre la sinusitis y la rinitis es muy estrecha. Algunos estudios sugieren que una complicación de la rinitis alérgica puede llegar a ser la rinosinusitis.

Debido a que los signos y síntomas de la sinusitis solo se observan en la nariz, es muy difícil distinguir entre la sinusitis crónica y la rinitis alérgica persistente o rinitis no alérgica persistente. Por este motivo se adoptó el término de rinosinusitis para hacer referencia a estos casos.

Síntomas de la rinitis alérgica y no alérgica

La manifestación clínica de la sintomatología de la rinitis varía en función de la causa de la rinitis, la edad de la persona y el grado de afectación de la afección que se tenga. Los síntomas más comunes incluyen la rinorrea y los estornudos  -signos típicos de la primera fase.

En relación a la rinitis no alérgica, debido a que el inicio normalmente se debe a un resfriado común, los síntomas suelen ser la producción de moco delgado y acuoso. La inflamación tiende a extenderse desde los conductos nasales hasta la garganta y las vías respiratorias superiores, cosa que produce tos seca, dolor de cabeza y ojos llorosos. Además, algunas veces se desarrollan dolores musculares.

A medida que van pasando los días, la nariz se va inflamando y la mucosidad se va volviendo cada vez más espesa y pegajosa. Este cambio en la apariencia de la secreción nasal puede ayudar a distinguir entre la rinitis provocada por una infección viral de la rinitis alérgica.

Los síntomas de la rinitis alérgica son muy similares a los de la no alérgica; simplemente se diferencian en que los de la primera son mucho más duraderos y pocas veces se acompañan de fiebre.

Los niños que presentan rinitis alérgica crónica suelen presentar lenguaje hipernasal, fatiga, disminución del apetito y alteraciones en el crecimiento. Otro síntoma relevante es la tos crónica, resultado de la irritación de la faringe y de la laringe. Estas afecciones suelen producirse en momentos de año específicos (como la primavera, por el polen).

Finalmente, el diagnóstico de la rinitis no alérgica se basa en la descripción por parte del paciente de los síntomas de los que hemos hablado anteriormente junto con una  exploración de la garganta y de las glándulas para descartar otro tipo de enfermedades con síntomas similares.

Si la sintomatología se alarga a más de una semana, se realizarán otras pruebas para descartar una rinitis causada por infecciones bacterianas o alergias. En este último caso, las alergias se pueden llegar a evaluar mediante el análisis de sangre y algunas pruebas cutáneas con sustancias específicas para averiguar cuál es el agente que provoca la reacción alérgica.

Tratamiento y remedios caseros

No existe ninguna cura para la rinitis no alérgica viral; el tratamiento que se administra se lleva a cabo para el alivio de los síntomas. Los medicamentos que suelen recetarse incluyen la aspirina u otros analgésicos para el dolor de cabeza y el muscular, junto con descongestionante para aliviar la congestión o la secreción nasal. Asimismo, se recomienda reposo y beber mucho líquido.

Respecto al tipo alérgico, suele tratarse mediante medicamentos indicados para la alergia estacional, aerosoles nasales y descongestionantes. Si se determina que el alérgeno es de interior (como el polvo o la caspa de las mascotas), se pueden tomar medidas preventivas para poder evitar el contacto con éstos.

Las inyecciones también son utilizadas para tratar este tipo de rinitis. Estos tratamientos consisten en inyectar una pequeña cantidad del alérgeno para que el cuerpo se acostumbre a tolerar la sustancia.

En relación al tratamiento alternativo, se recomienda el uso de suplementos de vitamina A y zinc, junto con preparados botánicos elaborados con equinácea, regaliz o raíz de astrágalo.

Referencias bibliográficas:

  • Davidson, T., & Frey, R. J. (2006). Rhinitis. In K. Krapp & J. Wilson (Eds.), The Gale Encyclopedia of Children's Health: Infancy through Adolescence (Vol. 3, pp. 1587-1589). Detroit: Gale.

  • Sacre, J.A. (2006). 9 Revista  Alergia México Volumen 53, Núm.  1, enero-febrero, 2006 Rinitis alérgica.  Enfermedades coexistentes y complicaciones. Revisión  y análisis. Revista Alergia México, 53(1): 9-29.