DARPA ha dado a conocer un proyecto innovador que busca desarrollar un tipo de hormigón que se pueda reparar a sí mismo. Y los resultados, como hemos conocido, parecen ser sorprendentes.
Aunque el hormigón es uno de los materiales de construcción más usados, presenta algunos problemas que preocupa a muchas personas y expertos. Uno de los más preocupantes es su impacto ambiental.
[WhatsAppGroup]12[/WhatsAppGroup]
La producción de cemento es responsable del 8% de las emisiones de dióxido de carbono en todo el mundo. Además, el hormigón es un material no renovable, lo que significa que su producción agota los recursos naturales.
Otro problema es su resistencia a la tracción. Aunque el hormigón es muy resistente a la compresión, es relativamente débil a la tracción. Esto significa que el hormigón es más propenso a agrietarse y romperse en situaciones de tensión.
Por suerte, ahora hemos conocido la existencia de un hormigón revolucionario que prometería acabar con muchos de estos problemas. Además, ayudaría a ahorrar notablemente.
¿En qué consiste el revolucionario hormigón presentado recientemente?
El Departamento de Defensa de los Estados Unidos está inmerso en una iniciativa innovadora. ¿El objetivo? Desarrollar un material de construcción que pueda repararse a sí mismo, incluso antes de que se presenten daños que comprometan su integridad estructural.
Se trata de un proyecto que se basa en el uso de hongos, bacterias y otros organismos con propiedades únicas. Y es que su inclusión permite que el material tenga la capacidad de repararse por sí solo.
La idea del proyecto es mejorar las propiedades del bio-hormigón y otros materiales de construcción inspirados en la biología, para que puedan ser fabricados en grandes cantidades a un costo menor. La estrategia principal del proyecto se basa en los sistemas vasculares humanos y en las redes de hongos filamentosos, que pueden cubrir vastas áreas de terreno.
El objetivo es encontrar un enlace que active las propiedades autorreparadoras no solo en la superficie, sino también en áreas profundas del material. Es posible desarrollar sistemas que permitan la reparación de grietas en los materiales desde su interior, evitando que las mismas lleguen a la superficie y provoquen daños irreparables.
Estos sistemas de transporte pueden ser implementados con éxito en una variedad de materiales y pueden proporcionar una solución efectiva para prevenir fallos en el futuro.
El objetivo final es desarrollar un hormigón que tenga un "sistema circulatorio" propio, similar al sistema de transporte de los glóbulos blancos. Además, el sistema también debe ser capaz de diagnosticar las razones por las que el hormigón se deteriora, para encontrar la solución adecuada al problema.
La búsqueda de nuevas formas de mejorar los materiales de construcción ha llevado a un proyecto innovador en el que se utilizan organismos biológicos para mejorar las propiedades del hormigón. Aunque no es la primera vez que se investiga en torno a este material, este proyecto puede ser un gran avance en la industria de la construcción.
Otros proyectos interesantes
Otra de las investigaciones científicas actualmente en marcha está tratando de encontrar las condiciones óptimas para la producción de calcita. Y la distribución de alimento que permitan la supervivencia de las bacterias a largo plazo. A lo que se le une el estudio de los efectos de las fluctuaciones de temperatura en este tipo de material.
La Universidad de Minnesota ha llevado a cabo una investigación con bacillus subtilis, una bacteria que habita en el subsuelo y cuyas endosporas permanecen inactivas durante los periodos de sequía.
Mediante técnicas genéticas, se unieron estas bacterias con sílice para fabricar un material de gran resistencia, con aspecto semitranslúcido. Tras fracturar el material, se agregaron nutrientes para activar las endosporas, capaces de reparar las partes dañadas.
Ambas investigaciones muestran la posibilidad de utilizar bacterias en la producción de materiales de construcción resistentes y autorreparables. Sin embargo, aún existen cuestiones por resolver en torno a la producción y durabilidad de estos materiales, así como posibles consecuencias medioambientales en caso de su uso masivo.
La investigación en este campo seguirá avanzando con el objetivo de encontrar soluciones sostenibles y eficaces para el sector de la construcción. Algo que también ayudará a proteger el medio ambiente.