¿A quién le gusta que sus pies estén sudorosos y desprendan mal olor al quitarse los zapatos? Muchas veces los materiales de los zapatos hacen que suden más de lo normal, generan un mal olor desagradable que nos cohíbe e, incluso, puede convertirse en un dolor de cabeza a la hora de eliminarlos.
En primer lugar, tenemos que mencionar que la sudoración es una función completamente natural del cuerpo. Es más, sin esta función nuestro organismo no regularía su temperatura y nuestra vida podría correr verdadero peligro.
¿Por qué nos huelen peor los pies en verano?
Con la llegada del verano es normal sudar más; a través de las axilas, las manos, el cuero cabelludo y, sobre todo, los pies. Durante esta época los zapatos son más abiertos y adaptados a la temperatura del ambiente, pero esto no quiere decir que los materiales de los que estén hechos retengan o eviten que nuestros pies suden y generen mal olor.
Como bien hemos mencionado, sudar es una función completamente natural del cuerpo humano. Sin embargo, cuando esta reacción natural se vuelve incómoda tenemos que poner fin e introducir algunos trucos para eliminarlos.
Uno de los aspectos a tener cuenta es qué tipo de zapatos utilizamos y de qué materiales están hechos. No todo el mundo resiste los mismos materiales, pues en algunos casos se ha visto alguna reacción alérgica a algún material específico del interior del zapato.
Por ello, es importante elegir zapatos de materiales transpirables con una buena suela y respetuosos con la piel. Así evitarás que generen mal olor, o sudar de manera excesiva. Por ende, también deberás optar por un tipo de calzado que tenga espacio para moverse, que se seque rápido y que sea antimicrobiano.
De todos modos, es posible combinar el efecto de unos zapatos cómodos con el de un remedio casero. Su preparación es muy sencilla y no te robará demasiado tiempo, así que no dudes en darle una oportunidad.
El truco casero que acaba con el mal olor de pies
Desde siempre se han utilizado remedios o tratamientos naturales para prevenir catarros, reducir la fiebre o combatir virus en otros casos. En este caso, el mal olor de pies no está exento, por lo que podemos poner en práctica algún remedio que nos pueda ayudar con este pequeño problema.
Para llevarlo a cabo, tan solo necesitarás un calcetín viejo o desgastado, además, será más cómodo si se trata de un calcetín corto. Una vez listo, deberás extenderlo sobre la plantilla del zapato para que haga un efecto colcha.
Aunque nos pueda parecer un gesto extraño, lo cierto es que el calcetín podrá actuar como absorbente del sudor que se haya acumulado en la suela y sea el causante de tu mal olor. Para que sea más efectivo, déjalo durante unos minutos y verás que tu calzado es otro.
Otro de los grandes trucos que seguramente te resultará muy sencillo es el de infusionar una bolsa de té negro. Cuando haya infusionado, déjala dentro del zapato durante toda la noche.
Su efectividad se basa en que la bolsita de té negro ayuda a atrapar el mal olor y actúa de antibacteriano natural. De este modo, estarás matando dos pájaros de un tiro: eliminarás el mal olor y acabarás con las bacterias, también, culpables de que el mal olor prolifere.
Puedes repetir estos sencillos trucos todas las veces que quieras, pero recuerda que es importante no abusar de ellos para no llegar a dañar el zapato. Si ves que ningún remedio funciona, quizás el problema resida en la elección del calzado.