El ministro de Seguridad Social anunciaba hace unos días su intención de reformar las pensiones. La medida que puso sobre la mesa ofrece muchas lecturas, aunque todos los agentes sociales coinciden en lo mismo. Implicaría una pérdida de poder económico para los futuros jubilados, aunque la letra pequeña desvela que algunos saldrían beneficiados.
El titular de esta cartera, José Luis Escrivá, planteó que se ampliara el número de años para calcular la pensión. De los 25 años actuales se pasaría a los 30. Con la posibilidad de escoger entre los 28 más favorables.
Dicha propuesta fue muy criticada tanto por empresarios como por sindicatos. Incluso desde el propio Gobierno, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, consideraba que suponía "un recorte de derechos".
Hay muchas incógnitas respecto a esta solución que plantean desde Seguridad Social. Por mucho que intenten dulcificarla, solo implicaría un recorte en las pensiones en la mayoría de los casos.
¿Por qué perjudica a los trabajadores la ampliación del cálculo?
Por lo general, en el último tramo de su vida laboral los trabajadores suelen contar con unos mejores salarios. En el caso de que se computen más año de su trayectoria profesional, lo más probable es que se incluyan sueldos más bajos. Esto se traduciría en unas pagas más bajas.
No obstante, hay que aclarar que lo más conveniente sería revisar siempre la letra pequeña de cualquier reforma. Ya que dicho daño no se dejaría notar de la misma manera en todos los trabajadores. Básicamente dependerá de la carrera laboral que hayan acumulado.
Este incremento en el periodo de cálculo de la pensión también afectaría a las mujeres. Por lo general cuentan con carreras más cortas debido a que en algún momento suelen retirarse para dedicarse al cuidado de los hijos. Pero para aminorar esta pérdida se plantean incluir una serie de mejoras cuando existan lagunas de cotización.
¿Quién se beneficiaría con el aumento de los años?
Si finalmente deciden sacar adelante esta propuesta de ampliar hasta los 30 años el periodo de cálculo de las pensiones, sí que habría algunos beneficiados. Los que saldrían mejor parados serían aquellos que fueron expulsados del mercado laboral en el último tramo de su carrera profesional.
Eso ha afectado a muchas personas mayores de 50 años, sobre todo a partir de la crisis financiera de 2008. Con la medida que plantea Escrivá, a estos trabajadores se les tendría en cuenta años anteriores, en donde disfrutaban de mejores cotizaciones.
A este colectivo le cuesta mucho regresar al mercado una vez que quedan en el paro. Ante las dificultades para conseguir un empleo, se ven abocados a permanecer mucho más tiempo desempleados. Y en el caso de que encuentren un trabajo, por lo general es con un sueldo muy inferior a lo que tenían previamente.
¿De cuánto será la pérdida si se pasa a 30 años?
El Gobierno decidió en 2013 elevar el periodo para calcular las pensiones de 15 a 25 años. Después de aquella modificación, el Banco de España desveló que la pérdida en la cuantía de las mismas fue del 5%. Una voz autorizada en la materia es el profesor de economía financiera y actuarial de la Universidad de Valencia Enrique Devesa.
Quiso cuantificar el impacto que tendría incrementarlo de 25 a 35 años. Considera que esa opción mejoraría la sostenibilidad, ya que las prestaciones se verían rebajadas un 8,8%.
Lo único positivo que presenta la propuesta del Ministerio de Seguridad Social es que nos permitirían descartar los dos peores años. De los 30 últimos, tomarían como referencia los 28 con mejores datos. De sacarla adelante, se empezaría a aplicar de manera progresiva entre 2025 y 2038.