¿Quién no ha estado nunca en una reunión con familiares o amigos y se ha puesto, literalmente hablando, las botas? Seguramente, en algún momento de nuestra vida, todos lo hayamos hecho. Sin embargo, comer de forma desmesurada puede pasarnos factura. Nuestro sistema digestivo puede resentirse y, por consiguiente, provocarnos malestar físico.
Cenas, cumpleaños, bodas, fiestas... cualquier evento social de estas características augura una gran cantidad y variedad de comida. Aunque es muy difícil acudir a uno de ellos y resistirse ante semejantes manjares, lo cierto es que esto puede tener una explicación.
Está demostrado: comemos más si estamos acompañados
Y es que algunos estudios han tratado de dar una posible respuesta a este hecho. Al parecer, existe una tendencia a comer más cuando estamos acompañados, a diferencia de cuando estamos solos. Este hecho se conoce también como 'facilitación social', y está influenciado directamente por la compañía que tenemos en la mesa.
De esta forma, cuanta más gente esté reunida, mayor duración tendrá el evento: y por consiguiente, más tiempo, cantidad y variedad de comida podremos ingerir. Sin embargo, debemos tener presente que todo esto favorece a la ingesta de determinados alimentos que, muchas veces, están llenos de grasas y calorías.
Esta composición, evidentemente, no le hace ningún bien a nuestro organismo (y mucho menos a nuestro estómago). Por ello, es muy habitual que aparezcan las famosas indigestiones.
Tal y como señala el Servicio Gallego de Salud (SERGAS), ante estas situaciones es muy probable que experimentemos una serie de síntomas bastante incómodos. Los más habituales suelen ser las náuseas, la hinchazón abdominal y la digestión pesada. No obstante, también pueden ir acompañados de eructos y regurgitaciones, y, en algunos casos, hasta de vómitos.
Consejos para recuperarnos de un empacho
Pero para suerte de muchos, estos excesos se pueden aliviar siguiendo una serie de consejos. Juan Revenga, dietista y nutricionista, explica cuáles suelen funcionar en estos casos.
El primero de ellos se trata de realizar un ayuno. Después de habernos pegado un 'atracón' enorme, es completamente normal que nos sintamos pesados y sin apetito. Por lo tanto, son precisamente estos dos factores los cuales debemos aprovechar. Tal y como señala Revenga, lo mejor que podemos hacer es darle un 'respiro' a nuestro aparato digestivo y no comer hasta que volvamos a tener hambre.
El segundo consejo se centra en optar por determinados alimentos. Si después de un empacho decidimos volver a comer, qué mejor que ingerir alimentos de dieta blanda. Por ejemplo, los caldos, sopas o arroces son la mejor opción para reanudar nuestro sistema digestivo. Además, es conveniente que comamos poco a poco, y no nos forcemos en ningún momento.
Y el tercer consejo, aunque sea evidente para algunos, se basa en reposar y no hacer ejercicio justo después de comer. Si nuestro estómago se siente pesado, es muy probable que nosotros podamos sentir también malestar. Las náuseas o la hinchazón suelen estar presentes después de empacharnos.
Por lo tanto, si realizamos ejercicio después de comer, lo que estaremos haciendo será acentuar todavía más esas sensaciones. Lo mejor, en cualquier caso, es reposar y descansar.
¿Es posible prevenir los empachos?
Como hemos podido ver, los empachos suelen estar acompañados de síntomas y sensaciones muy molestas y desagradables. Sin embargo, la buena noticia es que es posible prevenirlos. Para ello, la Sociedad Catalana de Digestología ha decidido lanzar una serie de recomendaciones.
La primera de ellas es la de reducir el consumo de bebidas alcohólicas, optando por otras alternativas como el agua o los zumos. Así mismo, se recomienda no comer en exceso, no repetir platos y no llenar demasiados estos. La hora a la que comemos también influye, por lo tanto, conviene no ingerir determinados alimentos justo antes de irnos a dormir.
En cualquier caso, si durante las comidas empezamos a experimentar los síntomas descritos anteriormente, lo más sensato es parar. De esta forma estaremos previniendo un posible empacho y, además, disfrutaremos mejor de las fiestas.