Cuando se hace una dieta o se quiere empezar a comer sano, los dos tipos de alimentos que se priorizan son siempre frutas y verduras. Obviamente se deben combinar con proteínas e hidratos, pero ambas son básicas por sus cualidades nutricionales únicas. Son bajas en calorías, contienen una gran cantidad de agua y aportan múltiples vitaminas.
Si hablamos de la verdura probablemente tengamos claro que todas son buenas para incluír en la dieta, pero con la fruta surgen algunas dudas. Los higos, las brevas, el plátano, el caqui, los nísperos, las uvas blancas, el coco y el aguacate son, según detalla la Fundación Española de Nutrición (FEN), las frutas más calóricas. ¿Eso significa que debemos dejarlas de consumir?
Todas las frutas están recomendadas
La respuesta de la FEN es muy clara en este aspecto: no debemos dejar de consumir ninguna fruta. «El consumo de frutas siempre está recomendado, aunque queramos bajar de peso. No es un grupo de alimentos que se caracterice por su aporte energético», afirman.
Además, en muchos casos se consume una menor cantidad de esa fruta, por lo que el aporte calórico final es el mismo. Por poner un ejemplo, el plátano tiene el doble de calorías que la manzana, pero un plátano medio pesa la mitad que una manzana de un tamaño normal.
También tenemos que tener en cuenta que las frutas más calóricas aportan más energía y nos sacian más. Son una muy buena alternativa a los snacks o productos ultraprocesados y en casos como en el del aguacate contienen grasas buenas, que son necesarias y muy beneficiosas para nuestro organismo.
Eso sí, siempre son recomendables por la mañana para llenarnos de energía o incluso hasta media tarde como tentempié o merienda, sobre todo si vamos a hacer ejercicio, pero si quieres adelgazar es mejor evitar estas en concreto por la noche.
Y en lo que respecta a cómo tomar la fruta (ahora refiriéndonos a todo tipo, y no solo a las más calóricas), la mejor opción es tomarla entera. Así conserva todas sus propiedades. Los zumos y batidos pueden ser una opción alternativa para aquellos a los que les cuesta más ingerir este tipo de alimento, pero no son tan recomendables. Si se quiere optar por uno de estos dos, mejor los batidos, ya que conservan la fibra y más propiedades que los zumos.
Se debe tener en cuenta que los zumos, además de perder propiedades, contienen los denominados azúcares libres, que se relacionan con el aumento de peso e incluso problemas de salud crónicos. Por lo que, si se quieren tomar, mejor siempre hechos en casa y muy de vez en cuando.