Uno de los casos más ejemplares es el del Prozac, un antidepresivo cuyo principio activo es la fluoxetina y que es conocido a nivel mundial y consumido por miles de personas.
Por ello dedicaremos este artículo a descubrir qué es el Prozac, para qué sirve, qué efectos secundarios causa y qué precauciones conviene tomar en relación a su consumo.
El Prozac es un conocido fármaco antidepresivo cuyo compuesto genérico es la fluoxetina. Este medicamento, que pertenece al grupo de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), es comúnmente administrado en casos de depresión mayor, trastorno obsesivo compulsivo y trastorno de pánico, así como en algunos trastornos alimentarios (principalmente la bulimia) y en el trastorno disfórico premenstrual.
Alcanzó la fama debido a sus efectos sobre el estado de ánimo, el sueño y el nivel de energía. El Prozac es un antidepresivo muy eficaz que además puede ayudar a mejorar la afectividad, aumentar el apetito y facilitar que la persona consiga recuperar su interés en la vida diaria.
Otros efectos de esta marca comercial de la fluoxetina incluyen la disminución de la sensación de miedo y de la ansiedad, la facilitación del manejo y de la eliminación de pensamientos no deseados y la disminución de la cantidad de ataques de pánico.
Gracias a la acción de la fluoxetina sobre el manejo de los pensamientos, puede favorecer la disminución de las conductas compulsivas asociadas a estos. Además puede también reducir el impacto de los síntomas premenstruales de tipo psicológico y menguar la cantidad de atracones y purgas de la bulimia.
Tras comercializarse por primera vez en Estados Unidos en el año 1988, el Prozac se convirtió casi de inmediato en uno de los antidepresivos más consumidos entre la población que padecía algún tipo de trastorno afectivo. En la actualidad, a pesar del desarrollo y aparición de otros fármacos similares como la sertralina y el citalopram, el Prozac sigue siendo el más popular de los antidepresivos.
Actualmente el Prozac se comercializa en dosis de 10 mg, 20 mg y 40 mg y se encuentra disponible en formato líquido, en cápsulas y en cápsulas de liberación prolongada. Sólo se recomienda para el tratamiento de afecciones psicológicas en adultos o, en casos muy específicos, en niños mayores de 10 años.
Tal y como se menciona anteriormente, el Prozac sirve para tratar alteraciones psicológicas como el trastorno depresivo mayor, el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), la bulimia nerviosa, el trastorno de pánico y el trastorno disfórico menstrual.
La depresión mayor es un trastorno afectivo caracterizado por la aparición de síntomas psicológicos como fuertes sentimientos de tristeza, baja autoestima, pérdida del interés por actividades que antes resultaban atractivas, sensación de pérdida de energía y dolor sin causa aparentemente conocida.
Otra de las condiciones psicológicas para las cuales se recomienda la administración de Prozac es el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).
En este trastorno psicológico crónico y de larga duración, la persona experimenta una serie de pensamientos recurrentes e incontrolables llamados obsesiones que se acompañan de comportamientos percibidos como necesarios (compulsiones) que tienen el fin de reducir la ansiedad asociada a los pensamientos obsesivos.
En cuanto a la bulimia nerviosa, es un trastorno alimentario que se caracteriza porque la persona lleva a cabo atracones de comida seguidos de conductas purgativas, sobre todo vómitos.
Este trastorno posee un fuerte aspecto cognitivo y emocional por lo que frecuentemente se asocia a síntomas de depresión y ansiedad -de ahí el tratamiento con fluoxetina.
El trastorno de pánico es una alteración psicológica categorizada dentro de los trastornos de ansiedad (junto con las fobias específicas, la ansiedad social, la agorafobia o el trastorno de ansiedad generalizada).
Este problema de ansiedad se caracteriza por la aparición de ataques de pánico inesperados y recurrentes en los que la persona experimenta una sensación de miedo intenso que se manifiesta en fuertes palpitaciones, aumento de la sudoración, temblores, sensación de asfixia y la creencia de que algo malo va a suceder.
Finalmente, el Prozac también es frecuentemente administrado en casos de trastorno disfórico premenstrual.
Los síntomas de esta condición padecida por algunas mujeres incluyen graves episodios de depresión, irritabilidad y tensión antes de la menstruación y que cesan a los pocos días de comenzar el período.
Al igual que ocurre con el resto de antidepresivos, la fluoxetina puede provocar una serie de efectos secundarios no deseados que pueden llegar a suponer un verdadero problema.
Aunque resulte paradójico, uno de los efectos adversos más peligrosos del Prozac es la aparición de pensamientos suicidas, pudiendo aumentar el riesgo de suicidio en personas menores de 25 años.
Entre el resto de posibles efectos secundarios de la fluoxetina encontramos:
Aumento de la sudoración
Alteraciones gástricas como diarrea
Sensación de fatiga y cansancio
Erupciones cutáneas
Temblores sin explicación aparente
Síntomas de gripe
Insomnio
Somnolencia
Sinusitis o inflamación de la membrana mucosa
Dificultades en la digestión
Boca seca
Náuseas
Vasodilatación
Estados de ansiedad y/o nerviosismo
Pesadillas o sueños extraños
Disminución de la libido y/o problemas asociados a la disfunción sexual
Si durante el consumo de este antidepresivo aparece cualquiera de estos efectos secundarios (u otros), el paciente no deberá cesar el tratamiento con Prozac de manera autónoma sino que debe acudir cuanto antes a la consulta de médico especialista para que este reajuste la dosis.
Antes de iniciar el tratamiento con fluoxetina el paciente deberá informar de cualquier alergia, condición especial de salud o tratamiento al que se esté sometiendo o se vaya a someter en un futuro cercano.
El motivo es que este antidepresivo puede agravar algunos problemas de salud, por lo que es de vital importancia que el personal médico posea un historial completo y exhaustivo del paciente.
Los principales fármacos que puede causar una interacción dañina con el Prozac incluyen:
Inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO)
Benzodiazepinas
Antidepresivos tricíclicos
Fármacos antipsicóticos como la pimozida
En el caso de mujeres embarazadas, con intención de quedarse o en periodo de lactancia, no se recomienda la administración de este antidepresivo. Solamente se recomienda tomar Prozac durante el embarazo si los posibles beneficios superan los riesgos para el feto.
Finalmente, debido a sus potenciales efectos narcóticos, la fluoxetina puede causar mareos o somnolencia que pueden intensificarse con el consumo de alcohol. Se desaconseja la manipulación de maquinaria y la conducción, así como cualquier actividad que requiera estar alerta durante largos periodos de tiempo, tras el consumo de Prozac.
Altamura, A. C., Moro, A. R. & Percudani, M. (1994). Clinical Pharmacokinetics of Fluoxetine. Clinical Pharmacokinetics, 26(3): 201–214.