Ha llegado el momento de activar nuestro ingenio y de empezar a pensar posibles propuestas para deleitar a nuestros invitados. Con las navidades a la vuelta de la esquina, más de uno busca a contrarreloj posibles opciones culinarias.
Y es que a pesar de que existen infinidad de platos y recetas, hoy te vamos a dar una idea que seguramente no dejará indiferente a nadie. Se trata de una receta elaborada por el propio Karlos Arguiñano: y ojo, porque es muy prometedora.
El postre que triunfará estas navidades: fácil de preparar, ¡y muy rico!
Tal y como dice la canción "Navidad, Navidad, dulce Navidad...", llega una de las épocas más bonitas y 'dulces' del año. Además de las fiestas y los regalos, los postres navideños también son los grandes protagonistas.
Es muy probable que todavía no tengas claro tu menú para estas navidades. Pero te preocupes, porque lo que sí podrás hacer es tomar nota de una opción verdaderamente dulce, como dice la canción.
Se trata de un postre tradicional y muy típico en el País Vasco. Además, lo mejor de todo es que es fácil y rápido de preparar. Y porque no decirlo también... ¡Una opción muy original!
Así pues, la propuesta que te presentamos es la sagargala. Quizás de buenas a primeras no te suene el nombre, pero debido a su sabor y textura, con este postre es muy probable que conquistes a todos tus invitados.
Su origen etimológico procede de la palabra euskera 'sagar', que al traducirlo significa manzana. De esta forma, la sagargala es una tarta elaborada a base de manzana, que se complementa con un bizcocho como base y es muy dulce y cremosa por dentro.
A continuación vamos a ver los ingredientes que necesitamos para su elaboración, los cuales se calculan teniendo en cuenta que sería para entre seis y ocho personas. Sin embargo, dividiremos la lista en dos: para elaborar la compota y para preparar la crema de queso fresco.
En el primer caso necesitaremos 8 sobaos pequeños, grosellas y frambuesas, hojas de menta, 1 o 2 kilos de manzanas, 2 hojas de gelatina, 35 gramos de azúcar, 1 rama de canela y zumo de medio limón. Para la crema de queso fresco, sin embargo, necesitaremos 250 gramos de queso fresco, 450 miligramos de nata líquida, 60 gramos de azúcar glas y 3 hojas de gelatina.
Adicionalmente, también será necesario contar con 300 mililitros de vino tinto, 75 gramos de azúcar y 2 trozos tanto de cáscara de naranja como de limón. Estos últimos ingredientes son para elaborar el jarabe de vino tinto que acompañará el postre.
Cómo preparar el postre, paso a paso
Primero empezaremos por la compota. Para ello, tendremos que lavar las manzanas, trocearlas y ponerlas en una cazuela. Acto seguido procederemos a añadir la rama de canela, el azúcar y el zumo de medio limón.
Una vez hecho este paso, habrá que poner la cazuela a calentar y cocinar las manzanas a fuego suave durante 20 minutos. Después, añadiremos las 2 hojas de gelatina, lo mezclaremos todo muy bien y lo pasaremos por el pasapurés.
Cuando finalicemos estos pasos cogeremos un molde para verter la mitad de la compota y la extenderemos bien por toda la base del molde. Una vez lo hagamos, tendremos que dejarlo reposar en el frigorífico durante 2-3 horas.
Ahora es el momento de preparar la crema de queso fresco. Para ello, añadiremos la nata líquida (solo 100 ml) en un cazo y la pondremos a calentar a fuego suave. Después, añadiremos las hojas de gelatina y removeremos todo bien hasta que se diluya.
Cogeremos el queso, lo pondremos en un bol grande y le añadiremos el azúcar glas. Podemos utilizar una batidora eléctrica para hacer la mezcla, y mientras tanto, añadiremos lo que queda de nata líquida (350 ml).
Cuando la nata y la gelatina diluida estén listas, será momento de añadirlas también a la mezcla previa del queso fresco y el azúcar glas. Remueve con energía hasta que todos los ingredientes queden bien integrados.
Y por último, no te olvides del jarabe de vino tinto. Coge las 2 cáscaras (tanto de naranja como de limón), añádelas en un cazo, junto con azúcar y vino, y déjalo reposar a fuego medio durante 15 minutos.
Una vez tengas todos estos pasos hechos, solo quedará montar y decorar la tarta. Para ello, vierte la mezcla sobre el molde, y espera a que se enfríe. Mientras tanto, extiende los sobaos e imprégnalos de vino tinto.
Cuando lo hagas, ponlos sobre la crema de queso e introduce el molde en el frigorífico durante otras 2-3 horas. Una vez transcurrido ese tiempo, desmolda la tarta y decórala con las frambuesas y las hojas de menta. ¡Y listo! Tus invitados quedarán sorprendidos.