Recientemente los expertos han advertido que la carne de pollo, pavo y cerdo que compramos en el supermercado podría ser la responsable de muchas de las infecciones urinarias que sufrimos.
Esto es lo que sugiere un nuevo estudio que ha encontrado una conexión entre el consumo de carne y la presencia de una bacteria peligrosa, llamada Escherichia coli (E. coli).
La E. coli es un microorganismo que habita en el intestino de los animales y de las personas. La mayoría de las cepas son inofensivas, pero algunas pueden causar graves enfermedades y síntomas serios, como diarreas, cólicos, fiebre o incluso insuficiencia renal.
Estas cepas patógenas se transmiten por el contacto con heces contaminadas o por el consumo de alimentos o agua contaminados. Y, en el caso de los alimentos, se sabe que algunas carnes pueden contenerla.
¿Cuáles son los alimentos más peligrosos?
Uno de los alimentos que puede estar contaminado con E. coli es la carne avícola, es decir, la de pollo y pavo. Estos animales son criados en granjas industriales donde se les administra antibióticos para prevenir enfermedades y favorecer su crecimiento. Este uso abusivo de los antibióticos puede provocar que algunas bacterias se vuelvan resistentes y sobrevivan en la carne que llega al consumidor.
La carne de cerdo también puede estar contaminada con E. coli, especialmente si se trata de productos procesados como salchichas, jamón o embutidos. Estos alimentos se elaboran con carne picada que puede proceder de diferentes partes del animal y mezclarse con otras carnes.
Además, durante el proceso de elaboración pueden entrar en contacto con superficies o utensilios contaminados, lo que incrementa notablemente los riesgos.
El problema es que estas carnes contaminadas pueden ser la fuente de infecciones urinarias en las personas que las consumen. Las infecciones urinarias son aquellas que afectan al tracto urinario, es decir, a la vejiga, los uréteres, los riñones o la uretra. Los síntomas más comunes son el dolor o ardor al orinar, la necesidad frecuente de orinar, la presencia de sangre o pus en la orina o la fiebre.
Las infecciones urinarias son muy frecuentes, sobre todo en las mujeres, estimándose que hasta el 50% de las mujeres sufrirán al menos una infección urinaria a lo largo de su vida. La causa más común es la E. coli, que representa entre el 70% y el 90% de los casos. Esta bacteria puede llegar al tracto urinario desde el ano, donde se encuentra normalmente, por una mala higiene o por relaciones sexuales.
La nueva advertencia realizada por expertos
Según el estudio publicado en la revista One Health por un equipo de investigadores, algunas infecciones urinarias podrían estar causadas por cepas de E. coli procedentes de la carne avícola.
Los investigadores analizaron muestras de orina de 2.452 personas con infecciones urinarias. Y muestras de carne avícola y porcina procedentes de 26 supermercados diferentes en Estados Unidos.
Mediante técnicas genéticas, encontraron que había una coincidencia del 79% entre cepas aisladas de orina y las de la carne avícola. Y del 71% entre cepas aisladas de orina y las de carne porcina.
Esto significa que hay una alta probabilidad de que algunas personas se infecten con E. coli al consumir carne avícola o porcina contaminada. Los investigadores estiman que solo en Estados Unidos podrían producirse hasta 475.000 casos anuales de infecciones urinarias relacionadas con el consumo de estos productos cárnicos.
La carne de corral puede estar infectada por E. coli
Un estudio realizado en 2017 por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de California sugirió que la bacteria E. coli presente en la carne de pollo y otras carnes de corral compradas en supermercados podría ser responsable de algunas infecciones de orina.
El estudio comparó el ADN bacteriano de la carne y las muestras de orina de más de 1.000 pacientes y encontró que tres de las seis cepas de E. coli que causan infecciones urinarias se encontraron en la carne analizada y vendida en tiendas de California.
Según el estudio, el 38% de los productos cárnicos estaban contaminados por E. coli, y la carne de pavo picada era la más contaminada (73% de los casos), seguida de la pechuga de pollo (43%), la carne picada (18%) y las costillas de cerdo (15%).
¿Qué podemos hacer para evitarlo?
Los autores del estudio recomiendan seguir unas medidas básicas de higiene y seguridad alimentaria al manipular y cocinar estas carnes. Por ejemplo, lavarse bien las manos antes y después de tocar la carne. Y, además, cocinarla muy bien.
Como vemos, siguiendo unas sencillas medidas de prevención podemos evitar estos riesgos y disfrutar de estos alimentos sin problemas. Y prevenir algo tan molesto y doloroso como una infección de orina.