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Dos agentes de la Policía Nacional de espaldas

Saltan las alarmas por la 'Estafa de la Solicitud': la Policía pide estar muy atentos

Los ciberdelincuentes recurren a nuevos métodos para hacerse con el dinero ajeno

Gran parte de las operaciones que llevamos a cabo en el día a día se realizan a través de Internet. Nos encontramos ante un canal bastante seguro, aunque siempre podemos encontrarnos con alguien que intente engañarnos. De hecho, la Policía Nacional ha advertido de un nuevo método de timo que es conocido como la 'Estafa de la solicitud'.

Los ciberdelincuentes se aprovechan de las facilidades que ofrecen las aplicaciones de compraventa de segunda mano. En ellas encuentran un gran número de usuarios, y son capaces de sacar a relucir todo su ingenio para engañarles en las transacciones.

Por lo general, la mayoría se decanta por plataformas que resultan muy conocidas. Es el caso de Vinted o Wallapop. Desempeñan una labor de intermediarios en la operación entre el vendedor y el comprador.

De esta forma se garantiza que el trámite se lleve a cabo de la manera más correcta para las dos partes. Sin embargo, los estafadores saben desenvolverse de maravilla en este espacio digital y saben cómo timar a sus víctimas.

¿En qué fijarse para no ser engañado?

Hace unos meses, la Policía Nacional mandaba un aviso a los usuarios de estas aplicaciones que utilizaran como método de pago Bizum. Recomendaban a los vendedores que comprobasen de que en las notificaciones apareciera "recepción" y no "solicitud" de dinero.

Unas manos sujetando un teléfono móvil que tiene la aplicación de Bizum abierta
Piden extremar las precauciones en las operaciones que se hagan a través de Bizum | Getty Images

Cuando el comprador les realiza el ingreso a través de este sistema les llegará un aviso al móvil informando de dicha novedad. Pero los delincuentes se muestran astutos, y en vez de realizar el abono, hacen una petición de que acepten una solicitud de envío de dinero. De esta forma, si el vendedor da su 'ok' la cantidad reclamada se enviará al otro usuario, publica 20 Minutos.

Resulta muy fácil caer en la trampa de estos estafadores. La Policía detectó varios casos de este tipo en distintos puntos del país. A comienzos de año informaban de la detención de dos personas por este motivo en San Fernando (Cádiz) y Estepona (Málaga).

Explican que "captaban a las víctimas a través de plataformas de compraventa de artículos de segunda mano". En lugar de efectuar el abono por el artículo adquirido, "enviaban solicitudes de envío de dinero", añaden.

Utilizar los medios habilitados por las plataformas

La mayor parte de las plataformas que ofrecen este tipo de servicios disponen de medios seguros para realizar las transacciones. Ellos hacen de intermediario y se encargan de que todo transcurra con total normalidad, sin incidencias. En el caso de que exista algún tipo de contratiempo, ellos se ocuparían de dar una solución.

Sin embargo, los ciberdelincuentes tratarán de convencer a sus víctimas para que las operaciones se lleven a cabo por vías externas. Para librarse del control de las aplicaciones proponen utilizar canales externos de comunicación como WhatsApp. Esgrimen que suele resultar más rápido y además pueden ahorrarse las comisiones.

La Policía Nacional aconseja utilizar siempre las opciones que ofrecen las aplicaciones. De utilizar Bizum como método de cobro, lo conveniente sería fijarse bien en lo que aceptamos. Si hemos caído en la trampa y ya es demasiado tarde, no dudes en denunciarlo a las autoridades.

Aunque tú tengas problemas para recuperar ese dinero, lo más seguro es que haya más gente en tu misma situación. Así se evitará también que otros puedan ser víctimas de este intento de timo.

Un ciberdelincuente llevando a cabo un fraude a través de un ordenador
Los ciberdelincuentes se las ingenian para hacerse con el dinero ajeno | Getty Images

Otra estafa denunciada

La Guardia Civil avisó hace unos meses de un nuevo método de estafa. Los ciberdelincuentes mostraban interés por un producto de estas aplicaciones y así se lo trasladaban a los vendedores.

Pedían continuar con las negociaciones a través de un servicio de mensajería instantánea. Llegado el momento les comunicaban que el pago se había efectuado y les remitían un enlace fraudulento que se hacía pasar por la plataforma de compraventa en cuestión.

Les redirigía a una página falsa donde debían introducir sus datos bancarios. Con esta información, los estafadores podrían cargar a sus cuentas todo tipo de compras.