Hace años que venimos observando cómo existe un buen número de jugadores profesionales de póker que, con mayor o menor éxito, consiguen ganarse la vida con este juego focalizado en la estrategia y en las matemáticas. Sin embargo, son muchos los que se preguntan si es verdaderamente viable para la mayoría de personas a las que les gusta el póker, y qué debemos saber antes de emprender esta aventura.
Una de las cosas más importantes que debemos tener en cuenta es que, aunque existe el factor del azar, la forma en la que los jugadores barajan hipótesis y probabilidades resulta crucial para alcanzar el éxito a medio y largo plazo. El azar es mucho menos importante que en otros juegos de los que hemos hablado en España Diario.
Sí, el póker como profesión es una cuestión de medio y largo plazo; así que para aquellos cortoplacistas que penséis en haceros ricos en poco tiempo, sentimos deciros que lo más probable es que no lo consigáis gracias a este juego.
El hecho de que el póker se fundamente en probabilidades, que tenga un vínculo tan estrecho con las matemáticas, implica que los jugadores tengan que estar estudiando y trabajando constantemente para estar a la altura de sus contrincantes.
No cabe duda de que las casas de póker online, como PokerStars, facilitan considerablemente las cosas a la hora de rentabilizar el tiempo y el esfuerzo. Difícilmente podremos hacer viable el póker como forma de vida si no jugamos (también) a través de internet.
Los torneos en vivo y las mesas de cash (dinero traducido directamente en fichas) son, sin duda, un buen complemento e, incluso, para algunos jugadores, su principal fuente de ingresos.
También es muy importante estudiar los dos tipos de juego, el online y el presencial, para ver cuáles son las características que los diferencian y, por supuesto, la gran cantidad de puntos que tienen en común, pues se trata del mismo juego.
Uno de los conceptos que más se repiten en las guías para principiantes es el “bankroll”. A grandes rasgos, el bankroll es el dinero que dedicamos exclusivamente al póker. Es importante no mezclar nuestro dinero, el que usamos en nuestra vida cotidiana para hacer la compra o comprarnos algún capricho, con el dinero que tenemos destinado al juego. El bankroll nos permite asumir pérdidas razonables y, si jugamos acorde a la probabilidad y las estrategias propias de este juego, recuperarnos con el tiempo. Además, según la cantidad de bankroll que hayamos designado, podremos jugar en ciertos tipos de torneos, más o menos caros en relación al dinero total que dedicamos al póker.
Lo normal es que el bankroll crezca, poco a poco, con perseverancia y tesón, y nos permita ir aumentando el coste de los torneos o mesas de cash en las que jugamos.
Otro de los mantras de los grandes jugadores de póker es la salud física y mental. La mayoría de ellos practican deporte con regularidad, se alimentan bien y, además, ejercitan su mente para tener una buena resistencia mental.
La paciencia, el control de las emociones, la memoria y la atención o la disciplina son algunas de las características que resultan fundamentales para superar las pruebas que van apareciendo durante los largos torneos o las sesiones de varias horas.
Bien es cierto que no todos tenemos este tipo de capacidades de forma innata, por eso, precisamente, si queremos vivir del póker, tenemos que empezar a ejercitarlas desde el minuto uno. La impulsividad, la pérdida de control o la impaciencia son los peores enemigos de los jugadores de póker. Un paso en falso puede arruinar horas de juego y esfuerzo.
En definitiva, según lo que dicen los entendidos del tema y las páginas especializadas, así como los propios jugadores profesionales o semiprofesionales, no cabe duda de que es viable vivir de póker; otra cosa es que sea fácil. De hecho, son muchos los que se quedan en el camino de intentarlo. La clave parece estar en estudiar, esforzarse y, sobre todo, ejercitar nuestra mente y nuestro cuerpo.