La pensión contributiva es un tipo de pensión que se basa en las contribuciones realizadas por los individuos durante su vida laboral activa. Este sistema se emplea en muchos países y consiste en que los trabajadores aportan una parte de sus ingresos a un fondo común, ya sea a través de impuestos o de contribuciones directas a un régimen de seguridad social.
La cantidad de la pensión contributiva está vinculada a las contribuciones realizadas durante el período de trabajo y a otros factores como la duración de la carrera laboral, el nivel de ingresos y los años de cotización al sistema. En general, cuanto mayor sea el monto de las contribuciones y el tiempo de cotización, mayor será la pensión que se recibirá al momento de la jubilación.
El objetivo de la pensión contributiva es proporcionar una fuente de ingresos adecuada durante la etapa de retiro del individuo. Al contribuir regularmente a lo largo de su vida laboral, los trabajadores acumulan derechos a una pensión que les permitirá mantener un nivel de vida adecuado y cubrir sus necesidades básicas en la vejez.
Dicho de otra manera, es un sistema que premia la responsabilidad individual y promueve la autosuficiencia económica en la etapa de retiro.
El Gobierno de España, con el objetivo de hacer frente a las necesidades de los jubilados y a zanjar un tema que ha generado alta controversia, ha sacado adelante la primera parte de la reforma de las pensiones que une la cuantía al IPC anual. De esta manera se ha producido un importante incremento en las pensiones.
Las pensiones contributivas suben un 8,5%
Las contributivas, aquellas que cobran los pensionistas que han cotizado al menos 15 años a lo largo de su vida laboral, han experimentado una subida del 8,5%. En el caso de las no contributivas, una ayuda económica del Estado para las personas que no han cotizado lo suficiente, el incremento es de 15%.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), esta revalorización de las pensiones puede llegar a afectar a casi 10 millones de personas, que verán incrementado su beneficio tras la subida.
La reforma de las pensiones también contempla un retraso en la edad de jubilación que, a partir de 2027, será de 67 años. Para poder cobrar la totalidad de la pensión contributiva con 65 años, es necesario haber cotizado como mínimo 37 años y nueve meses a la Seguridad Social.
También cambian las cuantías mínimas de las pensiones
La mínima para personas con 65 años o más se sitúa en 10.963,30 euros anuales. Los menores de 65 años cobrarán 10.256,40 euros al año. Para las personas que tengan cónyuges a cargo la pensión mínima para jubilados de 65 años o más será de 13.526,80 euros al año. En el caso de los menores de 65 la pensión será de 12.682 euros.
Sin embargo, para poder calcular el valor real de las pensiones contributivas se debe atender a varios factores: la edad de jubilación, la base reguladora de su salario en toda su vida laboral, la cuantía máxima establecida para una pensión pública y los coeficientes reductores en caso de la jubilación anticipada.
Es importante tener en cuenta que los sistemas de pensiones contributivas pueden variar de un país a otro en términos de requisitos, fórmulas de cálculo y edad de jubilación. Además, algunos países pueden combinar sistemas de pensiones contributivas con esquemas de solidaridad y redistribución para garantizar una protección social más amplia.