Es habitual que los supermercados contraten a estudiantes durante la temporada de verano. Son gente joven, con ganas de sacarse un dinerillo extra durante los meses de vacaciones. Por parte de las empresas, ya les va bien para cubrir las vacaciones de los empleados o para el aumento de faena debido al turismo.
En ocasiones, se dan casos en los que los jóvenes y las empresas concilian bien e incluso alargan contratos adaptados a los estudios durante el curso. Pero hay otras situaciones que no son tan positivas. Este último define muy bien uno de los casos que se ha hecho viral en Twitter.
El motivo por el que un padre ha estallado contra Lidl
Un padre ha explicado, mediante un hilo de Twitter, la situación que ha vivido su hijo con la cadena de supermercados Lidl. En el texto dice que el joven es estudiante de segundo curso de biomedicina y, junto a una compañera, han durado 8 días trabajando, hasta que la empresa los ha echado.
El progenitor se ha quejado en primer lugar de que su hijo ha sido como un muñeco, ya que han hecho con él lo que han querido. Por ejemplo le han dicho que fuese un día a trabajar y que no volviese hasta 4 días después.
Además le decían que un día fuese a las 6:00 de la mañana y otro día por la tarde hasta las 22:30. Esto ha sucedido en la tienda del municipio de Estartit, en Cataluña.
El padre también se ha quejado de que hicieron ir a los dos universitarios a Figueres, para darles una formación de 2 días. "Les dijeron que el día a día, se lo enseñarían en el mismo supermercado".
Con esto, el hombre ha explicado que hace dos días cuando los fue a buscar, presenció, a través del cristal, como su hijo recibía una "bronca monumental". Esto sucedió por parte de la encargada, delante de los clientes.
Ha expresado también que su hijo le dijo que tenía ganas de llorar por rabia y vergüenza. El padre confiesa que vio violencia corporal. "Los trabajadores saben que están en falso desde el primer día, 'periodo de pruebas', le llaman", dice.
Ha protestado también de que cualquier motivo es bueno para despedirte de malas maneras, aunque estés en mitad del servicio. Seguidamente confiesa que cuando el joven trabajó en Bon Preu Esclat lo trataron correctamente.
Para acabar, ha hecho una reflexión: "Vida de estudiante en verano vs. Capitalismo salvaje y sin escrúpulos". Añade que los precios baratos de Lidl son a costa de la explotación y el bullying laboral. Por su parte, han perdido un cliente.